Mientras brille la estrella, mientras dure el recuerdo, seguiré imaginando que vuelo entre nubes con el corazón valiente, seguiré fantaseando con dulces historias. Con brujas malvadas y piratas mariposones, con príncipes fratricidas numerados cómo las butacas en los estrenos... seguiré riendo sinceramente, sin dejar por ello de soñar, de experimentar, de disfrutar.
Quisiera diseccionar esta historia, arrancarle el corazón, y comérmelo cual corazón estelar. Para así preservarme siempre tan fresco, mágico, fascinante y brillante cómo este filme.
Es cuento serio y a la vez sátira de sí mismo, sin dejar de ser nunca ninguna de las dos cosas. Es siempre serio y siempre cínico. Cuento, para adultos más bien, pero igualmente disfrutable por peques. El poder de la imaginación, siempre resurge.
Gracias Vaughn, gracias Gaiman, gracias Cox, Danes, Pfeiffer, De Niro... gracias a todos por haber compartido el corazón mágico de Stardust y mostraros así radiantes cómo el propio Sol, sin eclipsaros ninguno a ningún otro. Gracias al cine, por Stardust.

¿Somos lo que comemos? ¿emanamos el sabor del jamón, el ajo, el alioli, el cocido madrileño, las migas, las gachas o el gazpacho manchego entonces?

Aunque bien pensado... ¿Es el mindundi interpretado por Jordi Mollà un jamón? pues no... será que hasta en los 90, las influencias del chicle, los mcdonals y tal vez, Madonna, y demás americonadas ya eran demasiado persistentes? ...Parece ser, que entonces ya, el macho ibérico genuino empezaba a escasear... Y hay está la familia del Jordi, con su madre pija anti-ajo y su padre... absorto en el trabajo, cual estereotipo de pringao que luego será reconvertido a héroe en cualquier peliculilla americana. Así, que para sacarle lo ibérico, tendrán que entrecruzar su destino con otra familia, la de la nuestra amada/odiada Pé. Y ella si, es una Jamona, y no es que sea yo un guarro (guiño). De una típica familia noventera, de madres que ya no soportan a sus maridos arcaicos y buenazos a su manera, pero que cuando beben, les da por soltar, hasta a sus queridas hijas, que normalmente les queda algo de Complejo de Electra tras el divorcio, razón por la cual, buscaran como pareja a un tío de verdad, a uno que esté... jamón, jamón (pronunciado tradicional y chabacamente con el acento en la "ja") .

Sin embargo, divago, lo sé: Pé, racionalmente influida por su madre guiri, intentara encontrar la tranquilidad en un noviete más modernete, más pijito... el Mollà. Y la Puta madre del Mollà, que no es la misma Madre puta de la Pé, no puede consentirlo, porque esa tipa tiene unas pintas tan de Jamona, tan de sudar aceite de oliva y oler lomo al ajillo, con tetas sabor tortilla... Y eso no está bien para su hijo, porque ella también tiene algo de complejo de Yocasta... en fin, que la solución final, está encargada al que corta el bacalao aquí... o mejor dicho, el Jamón: Javier Bardem.

Hay puedes verlo, toreando al amigo con cuernos, con sus pantalones ajustados al escroto, marcando lomazo ibérico, comiendo ajo para la circulación, y como no, comiendo jamón por que... "¿sabias que el jamón.. "pone?"
Y si no, que se lo digan a Pé, al Mollà y la Puta madre de este... Jamón pa una, Jamón pa la otra, y si, jamón(azo) también pa el otro... Nada puede resistirsele a tan arcaico manjar.Pero no es el único, que tambien hay más de un@ jamonaz@ reprimido..
Y la cuestión.. ¿es bueno tanto jamón? ¿es malo? ¿importa o será que en esta tierra cálida, de fisicos prominentes, y sangre caliente el jamón siempre tendrá el control sobre nosotros?... o más bien... ¿No será que aunque lo negamos, a la hora de la verdad, dejamos las finezas aparte porque "el jamón pone", porque con toda su vulgaridad y olor rancio, el macho ibérico y la jamona hispana nos sacan como nadie la marea de arena y fuego de más abajo del corazón? Porque es el elemento en cuestión quien tiene el control sobre nosotros, y aunque somos nosotros los devoradores, el que nos asimila a su ardiente y pasional naturaleza, es él...

Así somos, o al menos, así es nuestra naturaleza típica en el imaginario colectivo... y eso es lo que Bigas Luna capturó elegantemente -si, en termino técnicos la dirección es elegante- guste o no guste. A mí me paso una mezcla de las dos cosas, como con el jamón... Pero a la hora de la verdad, alabaré sus virtudes por encima del de york, pues es cierto, pone (al paladar, digo).

Shame venía sonando fuerte y al final la he tenido que ver, para ver a que se referían esos sonidos de "obra maestra" y tal. Pues bueno, de maestra tiene puntalitos, sus momentos, pero en absoluto el conjunto. Y bueno que lo de lenta y anestésica pues ya estoy acostumbrado a este tipo de cine, y tampoco es que sea "pa dormirse", pero que algunas escenas duran sobradamente más de lo que necesitan, pues sí. Y tampoco voy a decir que el plano de la Mulligan con el "New York, New York" sea magnífico porque la tipa sea mona y actúe bien: Es un plano de onanismo gafapastero del director, tan autocomplaciente como lo es Brandon consigo cuando se masturba al menos 3 veces en sólo mitad de película, y eso que entre éstas hecha otros tantos polvos. Con todo la película es interesante. Lo que me pregunto es si realmente es algo más.

En realidad, y no me apetece redactar la explicación, me parece que la película es un poco como Brandon. Parece que lo tiene todo para aplaudir, que está genial, pero en sus desmesuradas y racionales atenciones autorales/gafapasteras, da la sensación de que por dentro tiene un considerable vacío puesto que de fondo el contenido, aunque sea interesante, es una cosa muy sencilla de explicar que no es más profunda por más que McQueen se empeñe en introducir salteados de puntos suspensivos al guión. Y en cuanto a la capacidad de remover, nos movemos entre una conseguida asfixia y desesperación y frialdad mecánica y metódica que aleja mucho del potencial dramático al que aspiraba la historia.

Tal vez el direc se dió cuenta y por ello el director quiso inyectar en el final todo el dramatismo que no pudo ocupar a lo largo del metraje debido a que la maquinadora concesión narrativa no guardaba espacio para ello. Y pues mira, que no funcionó. Brandon no me da lástima. Yo pienso que si, que tiene una adicción, pero que no es un problema, o al menos su principal problema. Su problema es que un capullo y no creo que tenga nada que ver con que no este vivo más que por entre las piernas. Es más, seguro que es sexo-adicto como forma de consuelo por lo idiota que se comporta. Y otra cosa... ¿a qué cuento viene el mencionar que son inmigrantes irlandeses? ¿Es por que en es nueva york se considera a la isla entera como lugar marginal? ¿Y pretende que nos compadezcamos de su insatisfactoria vida explicándola en que "vienen de un lugar duro" como dice la Mulligan? pues eso, es una chorrada. En los lugares duros no todos son unos traumados.

Y si, que Fassbender borda su papel, y encima se desnuda e interpreta el sexo sin dobles... ¿Pues sabéis qué? que ésto último eso lo llevan haciendo los actores españoles toda la vida -a veces también acompañado de lo primero- y más que méritos, recibieron burlas. Y re-apunto la consideración de la película: Interesante...

Lo curioso es que Viento en contra es una intriga efectiva en cuanto a captar la atención apaciblemente por construirse a sí misma desde la nada más absoluta en un comienzo con muy pocos elementos que al principio pulsan firme el interés, el cual se mantiene durante el metraje, si bien no con gran ansia,a pesar de contar con una construcción que está -muy- lejos de ser admirable:

La dirección de Doehner es impersonal, sin más. Las persecuciones están rodadas a base de cortes y velocidad, sin desviarse de lo debido pero así como de cualquier manera; la música es de tele filme y el argumento no cesa en caminar al borde de la verosimilitud en cuanto la actitud de los implicados en el complot siendo que al final éste es como propio de un villano de tebeo barato, al igual que podría decirse del guión en general por contar un argumento plano como un folio -aunque interesante- bajo un óptica algo ingenua, siendo además bastante esterotípico en sus recursos para sacarlo adelante.

Todo esto lo percibes durante el ligero y fácilmente digerible -por razones técnicas, por buen ritmo- metraje guardando la esperanza de que quizás todo cobre un sentido más serio o alcance mayor dignidad como película al final. Sin embargo la esperanza se desvanece y al final te das cuenta de que todo ello era esperable, pero te pudo la curiosidad por ver éste -por otra parte agradecible- esfuerzo de la industria mexicana por producir cine de género de buena factura cuando además sabías que si no era por el argumento, quizás fuera suficiente motivo para pararte frente a la pantalla admirar a Bárbara Mori frente a su hijito Sergio Mayer Mori e intentar sacarles parecidos, o reflexionar en si parece nativo mejicano o le parece al abuelo materno que es japonés... Para esto claro, hay que tener algo de verdulera dentro, pero quizás le dió algo de vidilla al material, y por eso acabé aprobandillo ésta peliculilla de domingo por la tarde siendo viernes en la noche.

En mi opinión, bastante potable y satisfactoria. Cierto que Tim dio cosas mejores, pero también, peores, y en peores sentidos. Insustancial, pero con mucho sabor, vaya, como leí en alguna crítica de la ficha -de un diario español, creo.
Sabor primero, de una ambientación, diseño de producción y unas escenas que construyen un tunel hacia una époco y un lugar rebosanes de encanto y carisma.
Sabor segundamente, de una BSO de Danny Elfman que logra parecer no siempre la misma que otras ocasiones, resultando muy buena, y una selección de temas setenteros que molan mil, ¡inmejorable repertorio! y de guinda para los crédios una cover del Go All the Way de Raspberries por parte de mis amados The Killers, si es que al final, Burton tiene buen gusto musical -por lo de los Killers, digo.
Y por último, sabor de un reparto que es la creme de la creme, y en el que creo ninguno falla, aunque pocos pueden compararse a la magnífica Eva Green, que ya se ha ganado por derecho propio el ser una de las actrices más guapas con más papeletas para hacer de malas más convincentemente: la tipa inquieta todo lo que quiera, al menos tanto o más con su talento y su expresividad que con sus curvas y canalillos. La Pfeiffer hace gala de una notable presencia y se hace con el papel, a mi querido Johnny ya ni lo comento, eso que hace es normal en él, en su línea; la Bonham Carter hace de ella misma y Chloe Moretz va perfilando su porvenir: esta será femme fatale.
Lo más reprochable es que el material tiene una sustancia que Burton extrae sólo a medias, y si llega, amoldandose a un formato de película comercial de palomitas y buen rollo, construida lo bastante bien para venderse, pero no lo suficiente para posicionarse más allá del mercado; pero dentro de la categoría, me parece de las buenas, para tratar tantas cosas sin profunizar en ninguna, logra enganchar y entretener moderadamente y regalar algún que otro puntazo. Podría ser mejor, y achaca cierto convencionalismo e intrascendencia, pero ni mucho menos la impersonalidad de Alicia, por ejemplo. El final es un poco cutrecillo, y la historia con Josset/Victoria es totalmente predecible, pero no molesa.
Para defenderla finalmente, insitiré en que me parecen bastante notable ciertos dialogos y situaciones, con apuntes a los cambios socio-psicológicos entre la mentalidad del siglo XVIII y el XX sobre todo, pero también en cuanto al trazo de la personalidad e intereses de todos los personajes, con un guión bastante atinado en cuanto a caracterización. Con pocas pinceladas quedan estos definidos en sus peculiaridades (sobre todo en las sexuales). La forma de maldecir de Barnabas, para rememorar.
Podría suspenderla por lo que no és, pero no por lo que es, siendo que tiene suficientes elementos para dejar satisfecho al personal, siempre que no acuda con ansias de obra maestra (Tal vez esa sea la clave, yo nunca la esperé, y obtuve lo que esperaba: de lo comercial, bueno).