Aunque la película se sostenga bastante bien en entretenimiento durante todo su metraje, lo cierto es que no deja de emplear los mismos mecanismos y tópicos que suelen mostrarse en infinidad de ocasiones. Tanto es así que, ya de antemano, la historia que presenta, la cuál culmina en un desenlace mediocre y previsible, nunca deja de resultar regulera, y lo que es peor, lastrada por la poca imaginación del guionista a la hora elaborarla, y de Tamar Halpern, a la hora de dirigirla. Casi todos los acontecimientos que se suceden, así como, la mayor parte de las reacciones de los personajes que por aquí pululan, se amoldan al propotipo argumental telefílmico de infidelidades, acosamiento, y en suma, a los mencionados esquemas con un bagaje muy pobre, en cuanto a inventiva y calidad. Es por ello que, la película no logra dar con la tecla adecuada, ofreciéndose de entrada algo que, con muchísima suerte apenas podría llegar al 6 en el hipotético caso de que las actuaciones fueran magistrales, el drama fuera solvente y/o la mencionada trama desembocase en algún giro-sorpresa. En relación a estas cuestiones, la actuaciones resulta que cumplen sin más con los requisitos de este tipo de películas, es decir, resultan aceptables pero tampoco sobresalientes, el drama solamente se sostiene -soportándose durante la siesta-, y el giro sorpresa apenas se detecta -rescatar si acaso las dudas matrimoniales que se plantean entre la pareja protagónica ante el acosador de turno, lo cuál, lamentablemente, tampoco supone una gran sorpresa-. Por todo ello, como el telefilm parte de un tope de 6 puntos, ante la ausencia de inventiva y calidad que como decía presenta la trama en sí misma, esos elementos que podrían servir de contrapartida (actuaciones, nivel de drama y giro sorpresa) y que no están mal en la ecuación, no resultan suficientes, tan siquiera para aprobar el enésimo telefilm que servidor se traga, y cuyo visionado apenas permite pasar una tarde cómoda -y bastante regulera- delante del televisor.

Vaya por delante decir que he "disfrutado" con el visionado de algunas pelis basadas en el mito de Papa Noel-Santa ya sea por la magia y sentimiento que se desprenden en diferentes escenas, el entretenimiento que generan o la capacidad de atracción que tienen las luces navideñas y el ambiente familiar que se respira. Todo ello, acompañado de una buena manta y unos dulces de Navidad, hacen más apetitoso embarcarse en la aventura. Existe la posibilidad de ver películas como "Love Actually" (8) donde se nos expone con gran carisma y acierto como el amor puede llegar a tu vida y presentarse de cualquier manera. Intenciones e historias las hay de todo tipo, desde mostrar como un niño puede quedarse solo en casa durante la navidad, hasta ver como Bruce Willis desmonta la jungla de terroristas en un santiamén. Sin embargo, lo normal es encontrarse con films en los que se pone de relieve buenas actitudes durante esta época tan característica. Éste podría ser el caso de la oferta familiar de Netflix "Mejor navidad, imposible", salvando el hecho de que las buenas actitudes y sentimientos aparecen tarde, erigiéndose en un film tedioso, un sufrimiento que debería ser evitado por cualquiera que tenga entre sus manos una lista amplia de films sobre la navidad, mucho mejores que el que nos ocupa.
Como digo, la película es un tostón insufrible encaminado al buen hacer de los personajes principales, que pasan a estar encarnados en actores cuyas actuaciones resultan patéticas. Además, no se ve ningún aspecto positivo reseñable por mucho que algunos críticos expertos vean en el film un "entretenimiento" salvable.
Como curiosidad: el actor de American Pie, Jason Biggs aparece tras varios años perdiéndole la pista. Me ha trasmitido al menos, nostalgia, el hecho de poder verlo en la pantalla.
Por lo demás, desde el hecho de que no se transmite como Dios manda el espíritu navideño , de que no hay un ápice no ya de originalidad, sino de enganche de cara al espectador, amén de que todo resulta plano e infecto, me permite concluir en que estamos ante una oferta insuficiente, a rasgos generales. Y si, hay que decirlo, la Navidad merece algo mejor.

Los amantes del slasher debemos estar de enhorabuena; llega a nosotros a través de netflix un film que sacia el apetito de todos los que tengamos ganas de divertirnos viendo buenas dosis de ketchup y asesinatos en grandes cantidades. Porque en efecto, "La conferencia" no se queda corta en este aspecto, mostrando violencia macabra durante todo su metraje. Es una virtud que pidas 3 o 4 asesinatos y Patrick Eklund no pare de ofrecernos uno tras otro. Los hay de todo tipo, con máquina rompiendo vísceras, ahorcándose a la victima, por detrás sin esperarlo, y lo mejor, prácticamente en todos ellos se nota su buena mano. Sin embargo, pocas cosas positivas más se pueden rascar de aquí. El error capital, la trama. La peli refleja de manera torpe los aspectos secundarios del guion. Por ejemplo: el tema de la corrupción tratado de soslayo, regular. Y por no hablar de que, aparte de las gotas de humor, muy bien conseguidas por cierto, no hay un ápice de originalidad. Además, las actuaciones son mediocres, y los personajes pues, aunque no están mal para tratarse de un slasher, son mejorables. En cuanto al final pues todo a punto de hacer aguas, muy cogido con pinzas.
En definitiva, lo mejor es disfrutarla con la idea de ver al típico asesino con careta cargarse a todo quisqui. Esa es su premisa. Su objetivo, entretener desde lo macabro, alcanzado. Lo demás, para otra ocasión.

Ya desde su comienzo asistimos a una lección de como enganchar al espectador, con una escena en la gasolinera desde una panorámica lejana que sugiere que nos vamos a encontrar con algo verdaderamente interesante. Estos indicios se confirman con el viaje por carretera de una pareja (y hasta aquí puedo contar).
Me ha gustado bastante que con pocos diálogos y un ritmo parsimonioso, Martín Cuenca allá extraído (y exprimido) las cualidades del protagonista. Su soledad, su maquiavélica personalidad, como embauca a las extranjeras hasta el punto de que las convence de mantener algo más que una amistad, en fin, un personaje a tener en cuenta, que irradia más frialdad que Granada en invierno. Cierto es que la película no es suculenta y no se deleita en mostrar asesinatos y sangre, pero he ahí algo que la diferencia de otros film del mismo estilo. En algunos compases incluso se tiende a sospechar de que el personaje no es realmente tan malvado, se sugiere pero no se muestra el placer del protagonista por hacer el mal.
Buenos escenarios e interpretaciones correctas. No obstante, la película es demasiado lenta y en alguna secuencia se plantea que la confianza depositada por parte de las mujeres con ese hombre resulta algo forzada.
Por lo demás nuestro doctor Hannibal Lecter sigue siendo nuestro caníbal fetiche, pero no cabe duda que aquí este sastre consigue que no se vean las costuras (a pesar de cierta inexpresividad de Antonio de la Torre) de un film, donde la carne está en su punto y en el que podemos deleitarnos por su rareza atrayente.

Muy al contrario de otros bodrios recientes (los cuáles ni siquiera he conseguido tragarme enteros) en los que participa Seagal, "Alerta Máxima" se erige en una atractiva e interesante (si, interesante ¿porqué no?) propuesta para pasar el rato. No es que se trate de la peli del siglo, pero el hecho de entretener, ofrecer un acertado catálogo de acrobacias y conseguir que los malos (Tommy Lee Jones eleva el nivel) no sean para despotricarlos ya resultan motivos suficientes para darle un visionado. Además, tiene un tono muy apetecible de seguir. Previsible y pasajera, la película sigue soportándose en el 2023, a pesar de que tampoco consiga destacar como joya cinematográfica. De forma que, no es de extrañar que las seis críticas de los profesionales recogidas en FA sean muy positivas, algo que, no obstante, quizás choque con las exigencias que éstos suelen tener, aunque ya digo, la peli cumple sus propósitos.
En ese sentido, la embarcación a la que va dirigida una operación en la que se ven involucrados un desfile de malos, el bueno de Seagal como cocinero militar erigido en salvador de diestro y siniestro y la aparición de la chica sorpresa resultan ingredientes de una historia que, sin muchas complicaciones, se deja ver (no) holgadamente. Un 6 raspado.