Fernando Trueba es uno de los grandes de nuestro cine y hay que reconocérselo. Irregular como ninguno, ha hecho siempre el cine que ha querido sin haber aprovechado la cresta de la ola del Oscar a BELLE EPOQUE o el gran éxito de LA NIÑA DE TUS OJOS por poner un par de ejemplos. Ahora vuelve al cine de altura, al cine comercial pero, quizás, fuera de tiempo. Esta reina llega con retraso y, a los que tenemos una edad, nos llena de nostalgia sana. Es una película para cuarentones y eso limitará su carrera en taquilla.
LA REINA DE ESPAÑA es cine de calidad con un reparto coral único que nos recuerda al cine de Berlanga en el que se reunía la creme de la creme del cine patrio y en esta oportunidad se le unen amigos del director como Clive Revill, Cary Elwes o Mandy Patinkin en papeles agradecidos que dan lustre ala película. El guión echa de menos al gran Azcona pero cumple con las expectativas que uno se pueda haber hecho. Penélope Cruz reina como es gran actriz que es y todos los demás se mueven por su "corte" con gran acierto. Fotografía, música, vestuario...todo de una calidad extraordinaria.
He disfrutado sus dos horas de metraje y la melancolía, el recuerdo agradable y la satisfacción me han acompañado de regreso a casa.
Muy recomendable.

Santiago Segura no defrauda. Como productor arriesga con cine serio para adultos y no consigue un rendimiento económico en taquilla que pueda considerarse satisfactorio pero en sus comedias familiares festivas va como un tiro. Apuesta sobre seguro con remakes de películas que, en sus países de origen, han tenido un éxito importante. En éste caso se trata de una comedia francesa con un gran Andre Dussolier que, sin ser un rompe taquillas tuvo un buen recorrido...lo suficientemente interesante como para plantearse una adaptación al rebufo de la saga Padre No Hay Más Que Uno y con un grupo de actores o famosos bien conocidos. Santiago no dice “ACCIÓN” dice “A DIVERTIRSE” y su co guionista, sus productores, sus técnicos y sus actores, disfrutan de lo lindo, transmitiendo esas sensaciones a un público que, tras reírse durante casi hora y media, salen de las salas satisfechos y esperando una nueva gamberrada blanca que ha conseguido limpiar la imagen tosca, soez y desagradable del brazo tonto de la ley.
Santiago siempre ha sido un genio del marketing y ha vendido sus productos con una solvencia digna de ser. estudiada en las universidades. La industria audiovisual tiene mucho que agradecer al amiguete Segura porqué, cuando los demás escondían sus cartas, él ha arriesgado porqué, para el, el cine es su vida, su pasión.
Una historia que sigue la temática familiar con toques de Home Alone pero sobre raíles. Es cierto que hay algunos, pocos, personajes insoportables pero, ni más ni menos, como en la vida misma.
Dejando en mal lugar a Alfred Hitchcock, regresa Santiago Segura con una película llena de niños que no te hacen añorar a Herodes.
Y ahora a por un musical...con José Mota, Paco León y un reparto extraordinario en una coproducción de campanillas que arrasará en todos los países de habla hispana...pero será el propio Segura el que, en el momento adecuado, nos cuente de que se trata. Ahora disfrutemos de esta gran película.

Hay que agradecer a ATRESMEDIA que haya estrenado esta divertida comedia veraniega a pesar de la que está cayendo. Los propietarios de salas de cine lo están pasando muy mal y el retraso en los estrenos de las productoras americanas, unido al extraño miedo que no impide a la gente amontonarse en bares y terrazas pero si ir al cine, está hiriendo de muerte a un sector ya debilitado que tendríamos que mimar. Gracias también a Eduardo Campoy y a los valientes de ÁLAMO por apoyar al sector. HASTA QUE LA BODA NOS SEPARE vio su carrera truncada por la pandemia y era de las mismas productoras pero eso no les impide lanzarse hoy con este divertimento que entronca con la clásica comedia para toda la familia de los años 60.
La historia es lo de menos, lo importante es que el espectador pase una sesión desconectando de la rutina y de los problemas con una sonrisa que se convierte en carcajada gracias a un Leo Harlem en estado de gracia que ha ido cogiendo vuelo con cada título en el que ha aparecido con mayor o menor protagonismo.
No había mucho público para lo que merece pero había más que en la mayoría de los estrenos que han asomado a las pantallas en estas últimas semanas.
Apoyemos al cine español...es una industria en horas bajas por una situación ajena a ella. ¡Viva el cine! ¡Viva el cine español!