Esta película muestra algo que muchas comedias con él intentan evitar: Ryan Reynolds actuando.

¡Y es un error gravísimo! El secreto sobre él, es que en realidad es un buen actor (o al menos más que un carilindo que sólo sirve para comedias románticas tontas). Y aquí hace relucir sus recursos y habilidades. Es súper creíble y la película tan bien hecha, que estoy seguro muchos no podrían ni mirarla (claustrofóbicos).

Ryan es ayudado por un perfecto editor, con el tiempo justo para contar una historia electrizante en cada segundo, y un inteligente guion y director que aterriza perfectamente los siempre complicados finales.

Me prometí que jamás vería esta película de nuevo. Después de años y años de la promesa más simple de todas, sucumbí en la tentación de ver si resistió el paso del tiempo.

Si esta película no es arte… entonces no sé cuál lo es. Lidia con la drogadicción de la manera menos excitante y glorificadora posible. Funciona en todo nivel: como mensaje anti drogas, con una lenta e intensa demostración de la auto destrucción que provoca en las vidas de los cuatro protagonistas; también como film experimental con original edición, cinematografía y banda sonora; como espacio para actuaciones del máximo nivel, con paciencia para mostrar el descenso a la locura y cambios en las personalidades de los personajes que las drogas inducen, a medida que caen al abismo de la adicción.

Una de las mejores decisiones tomadas fue no prestar mucha atención a la “diversión” de los consumidores, de la que se enamoran la mayoría de los que lidian con el tema en el cine. Con ello, Darren Aronosfky creó una pieza maestra, un puñetazo en la cara de Hollywood y su usual glorificador tratamiento del tema (y también en nuestro estómago, por cierto).

En los primeros quince minutos me daba la sensación de estar viendo una versión de “Antes del Amanecer”, más floja e innecesariamente encallada en el género de ciencia ficción. No podría haber sido una sensación más equivocada.

Esta es una obra maestra indiscutible en todas las facetas que otorga el cine. La historia es súper compleja y su estructura original. Los diálogos naturales y profundos a la vez. Las actuaciones, geniales de los protagonistas (incluso Jim Carrey desaparece en el rol con sólo dos o tres momentos en los que "el comediante estrella" sale a la luz, y Kate Winslet cuesta siquiera creer que sea la misma de Titanic), y buenas del resto (quizás Mark Ruffalo y Kristen Dunst, en papeles menores, los más cuestionables). La banda sonora no podría ser mejor.

Se trata de una película ultra romántica con un contorno de ciencia ficción, que ayuda a plantear ideas filosóficas y temáticas existenciales, todo sin perder nada en el departamento de “entretenimiento”. Una genialidad.

Definitivamente mirable. A durar apenas más que 1h30', es lo suficientemente corta para no terminar aburriendo. Pero Tarantino no logró cautivarme con este grupo de criminales, como sí lo hizo con "Los Ocho más Odiados".

En definitiva, si me hubieran gustado las constantes referencias a la cultura popular, la música (y/o banda sonora) de la película y los personajes creados, seguro que me hubiera parecido muy buena, ya que los diálogos, la violencia, y la historia sí impactan.

Pero sin eso, el disfrute me quedó a medias.

Con una directora que parece haber intentado infundir de "profundidad" la película a través de unos planos largos aquí y allí, una edición algo menos frenética y una reducción de la cantidad de "humor Marvel", lo que se terminó haciendo fue un horrible experimento que salió mal en todos los sentidos.

Para empezar, el ida y vuelta en el tiempo para contar la historia hace que jamás se consiga ritmo en ninguna de las líneas temporales, y teniendo en cuenta la simpleza de lo contado, quizás no haya sido más que un desesperado intento de que parezca más compleja y misteriosa de lo que realmente es. A eso se suman la cuestionable cantidad de personajes, que sólo consigue que ninguno se desarrolle lo suficiente. Además, los principales del grupo son insólitamente los más planos, tanto en sus tramas como en sus caracterizaciones, y a eso se suman interpretaciones robóticas y desalmadas (esto quizás haya sido intencional), con una mezcla de solemnidad o seriedad que no encaja con el humor "inocente" forzado que las interrumpe, unas horrendas escenas de acción, y algo patéticos diseños de trajes ("Power Rangers"... pero malos) y poderes, con sorprendentemente flojos efectos especiales

Si no hubiera ido al cine con reservas por unos avances que ya me parecieron malillos en muchos sentidos, esta hubiera sido una enorme decepción.