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Críticas de Kick'Em Ars
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Críticas 191
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
9
31 de julio de 2007
63 de 95 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un caballero medieval
disputa, al ajedrez,
una partida
que es de vida
y es, a la vez,
mortal.
El caballero, Max Von Sidow,
se interroga sobre su suerte,
¿recordará la vida como ha sido u
olvidará ésta tras la muerte?
Y sobre todo, ¿qué habrá más allá?
Algunos espectadores
no verán nada, quizá,
ausencia de colores.
Y acusarán a El séptimo sello
de filme pretencioso,
y con ello,
que no resulta provechoso
lo que a la primera no se acierte,
no se suponga o no se adivine.


Ayer, a Bergman le llegó la muerte.
Hoy y mañana, nos queda su cine.
Kick'Em Ars
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6
31 de julio de 2007
38 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Harry Potter, creado por la británica J. K. Rowling, es un digno heredero de los mejores clásicos de la literatura infantil y juvenil anglosajona. Roald Dahl y Enid Blyton escribieron libros protagonizados por niños que obraban al margen de los adultos y que afrontaban desafíos extraordinarios; solían actuar en pandilla (Blyton) y la magia no era ajena a sus actos (Dahl).

Las aventuras de Harry Potter suceden en el colegio interno Hogwarts de magia y hechicería, un colegio elitista en el que se imparte una educación basada en el fomento del espíritu competitivo, el clasismo, la agresividad, las rencillas, el favoritismo y la admiración hacia el líder. Por otro lado, la póliza del seguro escolar debe de ser altísima debido a la alta probabilidad de caer desde el torreón más alto, de quedar chafado bajo la tranca de un trol o de estamparse a toda velocidad contra una pared.

The sorcerer’s stone es una sincera y grata exaltación de la travesura, o aventura infantil; el propio director del colegio, Albus Dumbledore, incita la trastada al advertir con voz solemne y rostro grave, en el acto de presentación del curso escolar: “Debéis tener en cuenta que el bosque oscuro y el pasillo derecho del tercer piso están fuera de los límites permitidos para todos los alumnos”.

En el plano estrictamente cinematográfico, debido al afán de sorprender plano tras plano con el inagotable mundillo mágico de Potter y sus amigos, el conjunto resulta un tanto plano. Cada secuencia de la película se sucede a ras con ras de la siguiente y tiende a centrarse más en el entorno maravilloso que rodea a los personajes que en los propios personajes.
Kick'Em Ars
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6
31 de julio de 2007
49 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Chamber of Secrets hereda todo lo bueno y todo lo malo de su antecesora, una trama sobre la solvencia de los niños para resolver asuntos de mayores, unos efectivos efectos visuales al servicio del mundillo mágico, y la cámara secreta de Chris Columbus (es un chiste facilón que no pude evitar).

Uno de los grandes aciertos de la película es la combinación de los efectos visuales con el humor, como las intervenciones del elfo criado Dobby, de la profesora Sprout y sus mandrágoras y, sobre todo, del encantador encantador Lockhart. En consonancia con la entrega anterior de Harry Potter, la historia emula las novelas detectivescas, tan arraigadas en la literatura inglesa (Conan Doyle, Agatha Christie…). Además, rememora por encima las leyendas artúricas. La trama gira sobre unas extrañas petrificaciones (muertes no, que se supone para niños) que sobrevienen sucesivamente a miembros de la escuela. Potter, Ron y Hermione emulan a Poirot, Holmes y Marple para resolver el misterio y borrar las sospechas que recaen, como no podía ser de otro modo, en esa especie de mayordomo que es Hagrid. Finalmente Harry, el más grande mago inglés desde Merlín debe enfrentarse al culpable, un basilisco (un dragón sin patas ni alas) al que vencerá con la espada que sólo alguien como él puede blandir.

Por cierto, debo manifestar mi desaprobación personal a la abusiva identificación de la enjundia de carnes con la estupidez: desde el tío Vernon y su hijo Dudley, que ponen rostro a lo anodino en el mágico mundo de Harry Potter, hasta los secuaces de Draco Malfoy, Crabbe y Goyle, a quienes engatusar con pasteles está chupado. Incluso los devastadores duendecillos de Cornualles eligen a Neville para cogerle por las orejas, colgarle de la lámpara del techo y espetarle: “¡Ahí te quedas, gordito!”
Kick'Em Ars
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8
31 de julio de 2007
88 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los grandes triunfos intelectuales de los conocidísimos Cahiers du Cinema es la extremada popularización de su política de autores; todos hablamos de películas de Renoir, de Hitchcock o de Verbinski, como si el director tuviese el control absoluto sobre cada una de las distintas labores del variopinto equipo que “fabrica” una película. Pero se me permitirá una liviana discrepancia en torno a este asunto en lo relacionado a las superproducciones. Productores ha habido siempre que han dejado una marca personal en sus obras, independientemente de quien ocupara el puesto de director: Darryl F. Zanuck, Walter Wanger, Val Lewton, Hal B. Wallis, Steven Spielberg, Jerry Bruckheimer… Y The Prisoner of Azkaban es una superproducción como la copa de un pino. Sin embargo, se obra un pequeño milagro; Alfonso Cuarón, dentro de los estrechos márgenes de maniobra que una superproducción de este tipo suele conceder al firmante, pretende dotar de estilo a la película con el instrumento que más está al alcance de su mano: la cámara. El travelling o desplazamiento de la cámara en el espacio, sea sobre el hombro del operador o sobre algún vehículo móvil o producido digitalmente, se convierte en el instrumento que dota de estilo a la película:

- cuando Harry Potter, después de fugarse, se halla sólo en las oscuras y frías calles. Sentado en el bordillo de la acera, algo le acecha. Una sucesión de travellings de acercamiento a su figura desde todos los ángulos expresan la inquietud ante el peligro incierto.

- en el primer enfrentamiento de Harry con un dementor en el tren a Hogwarts, donde los planos de los contendientes incluyen movimientos de acercamiento y de alejamiento que reflejan la tensión de las fuerzas contrarias.

-la luna emerge de las nubes e ilumina el rostro del profesor Lupin. De súbito, el objetivo se acerca a su ojo para que el espectador sea testigo en primer plano de la monstruosa metamorfosis de su iris y de su pupila; con la misma celeridad, el objetivo retrocede para mostrar la espantosa transformación que obra en el desdichado personaje.

- en la orilla del lago, Harry reanima a Sirius Black que, al abrir los ojos, grita al ver algo terrorífico en el cielo. La cámara, consecuente con sus “principios”, se aleja sobre los dos magos hasta que mete en el plano el motivo de la angustia de Sirius, una estantigua de dementores que desciende sobre ambos. Acto seguido, el objetivo desciende en vertical entre los dementores y regresa a la altura de Harry y Sirius.

Argumentalmente, The Prisoner of Azkaban se decanta por la tradición literaria del terror gótico (Mary Shelley, Bram Stoker) con un añadido homenaje a H.G. Wells, el padre de los viajes en el tiempo; todo muy británico, of course.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kick'Em Ars
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6
31 de julio de 2007
66 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los mayores aciertos de la serie (término que estimo más apropiado que el manido y rimbombante saga) de Harry Potter es que “crece” junto a sus potenciales lectores. Es decir, un supuesto lector modelo que con 10 años leyese el primer libro en 1997, leería el último con 20 años. Y aquel tierno infante que vibró con las travesuras de Potter y sus amiguitos ha crecido y se ha enterado de que en el mundo existe el terrorismo y la guerra, el amor y el sexo, las diferencias y las injusticias; por eso, uno de los grandes méritos de J. K. Rowling es que su serie avanza desde la despreocupación propia de la niñez hacia asuntos cada vez más maduros y escabrosos.

Por primera vez en la serie, en The Goblet of Fire el universo fantástico se expande, y aparecen nuevas culturas, aunque sean grupos más pintorescos que otra cosa, como la escuela Durmstrangs, tosca a más no poder, y la escuela Beauxbatons, de lo más cursi que imaginarse pueda. Sin embargo, hacen su acto de presencia los mortífagos, acólitos de Lord Voldemort, cuyos actos de violencia inusitada siembran el terror entre la comunidad maga y reivindican la llegada de un nuevo orden mundial. Tampoco faltan los clásicos característicos que tanto juego dan en cada episodio: los laureles son aquí para Alastor “Ojoloco” Moody; sin olvidarse de la máxima atracción, Lord Voldemort.

La película se vertebra en torno al Torneo de los Tres Magos y las tres pruebas que lo componen; tres descabelladas pruebas que Harry Potter debe afrontar para demostrar a todos que es un tipo capaz de quebrantar las normas para lograr sus objetivos; tres pruebas cuyas filmación, edición y montaje dejan mucho de desear. Si bien la primera tiene su aquél, da la sensación de que la lucha contra el dragón daba para más emociones. La segunda, pichí pichá. Pero la tercera… adolece de emoción por los cuatro costados, es de una sosería abrumadora. Por fortuna es la escena que precede a…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kick'Em Ars
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