Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Luis Guillermo Cardona
<< 1 9 10 11 20 667 >>
Críticas 3.333
Críticas ordenadas por utilidad
3
17 de octubre de 2010
26 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fíjese usted lo fácil que los americanos hacen sus películas: Un tipo con mucha plata, al que se llamará Productor, se levanta un día cualquiera con una idea en la cabeza. Esta idea puede surgirle después de leer un libro, de conversar con unos amigos, tras ver una película en casa o por un simple sueño. Y el tema puede ser dramático, musical, cómico, erótico, terrorífico… o alusivo a una guerra. Entonces, el productor llama a un escritor que le inspire confianza y le da una semana para que regrese con su historia convertida en un guión cinematográfico. El escritor mercenario (el cine es prolífico en ellos), sacará enseguida su libreta de fórmulas y buscará en la W la palabra War (Guerra). Entonces elegirá la fórmula que aplica con lo que le ha contado el amigo Productor.

Para el caso de la película que nos ocupa, la fórmula reza más o menos así:
Tómese un momento histórico de fuerte significación social (la guerra contra el Vietnam sirve perfectamente). Establezca un conflicto simple, verosímil y que dé lugar a mucha acción (un coronel se entera de que en Vietnam permanecen unos 2.500 soldados americanos desaparecidos. Entre ellos está su hijo y entonces decide montar una operación de rescate). Ponga la acción en manos de un grupo de hombres intrépidos, experimentados, con personalidades heterogéneas y de razas diversas, de manera que el espectador pueda identificarse con alguno de ellos (un deportista rubio, un profesional negro, un intelectual blanco, un militar mestizo, un excéntrico trigueño…)

Y ahora la acción: ponga a los muchachos a pelear y a disparar con fiereza sus ametralladoras. Que exploten muchas granadas. Derribe casas, puentes, helicópteros… Describa algunas muertes brutales. Al enemigo muéstrelo fiero, pero siempre distanciado para que a nadie se le ocurra solidarizarse con él. Y para que su Comando resulte verosímil, permita que hieran a algunos de ellos y deje que maten al de menor importancia social. De tanto en tanto, rocíe con gotas de humor, algo de melodrama y clarísimos gestos patrióticos. Es todo. Los consumidores lo esperan y usted sabe que cuenta con el agradecimiento del gobierno por su aporte de ideología alienante.

Se elige entonces a un director de oficio (Ted Kotcheff resultaba adecuado) y a un actor con un gran renombre (Gene Hackman daba la medida)… Y aquí están los hombres con valor fuera de lo común (uncommon valor) en un nuevo espectáculo que se esfuerza por exprimir la perdida batalla contra el pueblo vietnamita, pues siempre se guarda la esperanza de que, a punta de películas, “cambiará” algún día la verdad sobre los hechos, para consolación y feliz olvido del orgulloso pueblo norteamericano.

“MÁS ALLA DEL VALOR” está claramente enmarcado en esta línea reaccionaria y en este falso sueño. Es un filme de impecable factura, pero con un contenido indigesto.

Título para Latinoamérica: “LOS VALIENTES”
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
27 de septiembre de 2009
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Penitenciaría de máxima seguridad, en Cold Mountain, Louisiana. En el bloque E están confinados aquellos hombres que están próximos a caminar, ´la milla verde', el largo corredor que los conducirá a la tenebrosa e infame silla eléctrica. El supervisor es, Paul Edgecomb, quien, a cargo de cuatro guardianes más vela por la paz y por la adecuada atención de los condenados a muerte. Todo se mueve en una suerte de rutina... hasta que, un día es traído un afrodescendiente de descomunal estatura y de poderosos músculos llamado, John Coffey. “Suena como café, pero se escribe diferente”, dirá él cuando le preguntan su nombre… y nosotros descubriremos, luego, que también es muy, pero muy diferente, a todo lo que aparenta.

Coffey (Michael Clarke Duncan), está acusado de la violación y posterior asesinato de dos niñas, y él parece aceptar, sin objeción alguna, los designios de su existencia. En su interrelación con los presos, Paul y sus asistentes, pronto van a descubrir que están ante un ser único, con singulares poderes y virtudes. Surge entonces una experiencia humana ¡y divina!, digna de conservarse para la eterna memoria.

En los asuntos, intervendrán los especiales y sensibles guardianes, y junto a ellos, estará Percy, el desadaptado del grupo que impondrá el lado oscuro, de imprescindible lugar, para hacer posible el ejercicio del bien en aquel especial recinto; y entre los condenados, resaltará Del (Eduard Delacroix), quien, con Jingle (Cascabel), el mágico ratón, colmará de ternura y de tragedia, aquellos últimos días. Aún falta por llegar, “Wild Bill”, el otro puntal de contradicción y de choque con los que se han puesto del otro lado. Con este especialísimo grupo, asistiremos a tres horas de incesante vigor humano donde, la pena de muerte y la visión que se tiene de los condenados, serán profundamente sacudidas.

Después de presenciar los hechos que aquí ocurren, imposible sentir que se hace justicia llevando a un hombre para que otro lo asesine en la cruenta silla eléctrica. La venganza social contra quienes delinquen podrá ser llamada cualquier otra cosa, pero no cabe en ella – ¡jamás! - el sagrado concepto de Justicia.

Frank Darabont (autor también del guion, basado en la novela de Stephen King), alcanza un elevado y encomiable virtuosismo como realizador, en este filme que tiene ya un lugar entre las grandes obras del cine contemporáneo. El conjunto es emocionante, de una intensa fuerza dramática, con impecables toques humorísticos... y con una espiritualidad que fluye y refluye en todo el escenario.

Un conjunto actoral (Tom Hanks, Sam Rockwell, Doug Hutchison...) donde se imponen quienes representan a los condenados, pero, muy bien acompasados por los intérpretes de los guardianes, concreta una obra de fuerza imperecedera que ojalá sacuda a esas mentes tan obtusas sobre las que pesa nuestra sociedad.

Título para Latinoamérica: <<MILAGROS INESPERADOS>>
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
7 de noviembre de 2010
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida privada de un hombre hay que desligarla de sus creaciones porque éstas tienen vida propia; y el verdadero artista, suele impregnarlas con su fuerza espiritual, y con los mejores deseos de trascender y apagar el lado oscuro que también lleva en su alma. Cuando se está en busca de inspiración, se acude, consciente o inconscientemente, al registro akásico del universo, y éste suele brindar, al creador, material prístino y sólido que sirva como aporte a la evolución de nuestra especie y de todo el infinito.

La novela, <<EL INOCENTE>>, de Gabriele D’Annunzio, ha inspirado una gran película, una satisfactoria despedida de un director humano, demasiado humano, quien llevó siempre al arte como el tesoro más preciado que pudo darle la vida, y legó para la posterioridad un puñado de obras cinematográficas de marcado virtuosismo. Ésto, sin hacer acopio de su abundante actividad escénica (ópera, teatro, ballet…) donde su talento fluía de manera inagotable.

Lo que la película plasma, creo yo que es el sueño frustrado de tantísimos hombres, de tener a una mujer que sea fiel de manera irrestricta, mientras soporta con resignación que, ellos, sean infieles por el resto de sus vidas. Tullio Hermil, es uno de estos típicos machos. Pertenece a la clase alta porque el machismo es patrimonio de todas las clases sociales... y sin recato alguno, le pide a su abnegada esposa que entienda, colabore y haga la vista gorda, mientras él desfoga su pasión por la irresistible, Teresa Raffo. De palabras para afuera –como hacen algunos-, Tullio se muestra condescendiente y sugiere a su esposa que también ella puede hacer su vida como desee. Así, Giuliana comenzará a tratar al joven y brillante escritor, Filippo D’Arvorio... y pronto el destino entrará a hacer de las suyas para poner las cosas en su lugar y hacer que muchas palabras deban ser tragadas.

El guion escrito por, Suso Cecchi D’Amico, Enrico Medioli y Luchino Visconti, define un precioso y elocuente alegato contra la arrogancia machista que ninguna mujer debería perderse, y que, los hombres, deberían apreciar a ver si se bajan de esa nube en la que muchos se encuentran torpemente subidos.

Una colorida ambientación en el reconocible ambiente aristocrático de Visconti; una grata presencia de la muy bella, Laura Antonelli; y una atinada caracterización de la inolvidable, Jennifer O’Neill, a quien siempre recordaremos por “Summer of '42”, consolidan un filme de gran solidez argumental y que permite, al director italiano, congraciarse con la dignidad femenina por la que tan poco aprecio demostró a lo largo de su carrera.

Y en el aire quedan flotando las firmes palabras de Teresa: "¿Por qué los hombres, con una mano nos levantan hasta las estrellas y con la otra nos arrastran abajo?, ¿Por qué no pueden dejarnos caminar por la tierra junto a ustedes, mujer junto a hombre, criatura junto a criatura, nada más y nada menos?"
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
17 de agosto de 2009
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es, éste, uno de los western más entrañables que haya podido ver en mi vida. Contiene todo lo que me gusta de este maravilloso género: Excelentes caracteres humanos; una historia fuerte e impecablemente desarrollada; una bella ambientación; una monumental fotografía y una efectiva banda sonora… y claro, un inmejorable grupo de actores que encajan a la perfección en sus inolvidables personajes: McKay, Julie, Rufus, Leech, Buck, Henry Terrill… y hasta Ramón Gutiérrez, nos mueven las fibras más hondas, haciéndonos entender la pluralidad emocional que abunda en este mundo donde, son razones muy profundas y comprensibles, las que nos llevan a actuar como lo hacemos.

Con guion de, James R. Webb, Sy Bartlett y otros, basados en la exitosa novela, "The Big Country", que Donald Hamilton publicara en 1958, la historia nos presenta a otro de esos hombres que son acrisolados ejemplos de vida íntegra. Sobriamente interpretado por Gregory Peck -quien incorpora a su brillante carrera otro héroe inmortal como Francis Chisholm, Ezra Baxter, Jimmie Ringo o Atticus Finch-, Jim McKay es un capitán de barco que llega para conocer al padre de su prometida Patricia, el mayor Henry Terrill, un terrateniente de costumbres feudales, a cuya única hija consiente y apoya en su decisión de casarse. Muy pronto, McKay es puesto a prueba por los valentones del pueblo y por el capataz de la hacienda, pero, él rehuye los retos por razones que, aunque a la vista de todos parecen manifestaciones de cobardía, son un acto de conciencia plena y de absoluta madurez emocional.

“Hay personas a las que no puedes insultar, aunque te lo propongas, y hay otras que se acaloran por la cosa más insignificante”. Son éstas, las palabras más lúcidas que brotan de los labios de Patricia y definen claramente el carácter de McKay, un hombre que bien sabe que, “hay cosas que un hombre tiene que probarse a sí mismo y no a los demás”.

Parte de la gran tragedia del oeste norteamericano, radicó en que abundaban los hombres que, con un rancio concepto de la hombría, se pasaban cada día tratando de demostrar a los demás lo valientes que eran… y así, no tardaba en aparecer alguien que demostraba que era más “valiente” que ellos, aunque para lograrlo tuviera que disparar por la espalda… pues, éste es el punto débil hasta de los mejores tiradores.

El maestro, William Wyler, no deja ni un solo cabo suelto y su poderoso filme se cuece al calor de enaltecidos sentimientos, de rasgos de temple y dignidad a toda prueba. Hay lugar para las sutilezas amorosas, para la preservación del honor, para ejemplarizar la lealtad a toda costa… y para establecer una nueva alianza que permita el resurgir de la paz.

<<HORIZONTES DE GRANDEZA>>, hace honor a su título. El arte cinematográfico alcanza, así, sus más altas cimas.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
17 de septiembre de 2012
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando llega a su oficina de la universidad, lo primero que hace el profesor, Frank Bryant, es buscar entre los libros de su biblioteca. Pasa por obras de, Oscar Wilde, John Milton… y cuando llega a, “The Lost Weekend”, la novela de, Charles R. Jackson (una perfecta pista, pues, el autor cuenta en ella su experiencia como alcohólico), retira el libro y tras él encuentra una botella de whisky que extrae de inmediato. Pretendido o no, también es éste un guiño a la notable película homónima de Billy Wilder -llamada entre nosotros, “Días sin huella”-, la cual está basada en aquella obra.

Después, hay una abierta crítica -y autocrítica- a la educación actual plagada de datos inútiles, de memorización y de asistencia por obligación social, pero, donde brillan por su ausencia la extracción de pensamiento y creatividad, y la compenetración profunda y espontánea del alumno con aquello que estudia. Hay un momento clave, cuando el profesor llega indiferente a clase, levanta las piernas sobre el escritorio, responde con desgano a las preguntas, y un alumno le averigua que si está borracho. Su respuesta es una penosa confesión: “¡¿Borracho?! ¡Claro que estoy borracho! ¡No pretenderá usted que enseñe, ésto, cuando estoy sobrio!

A continuación, veremos un divertido, comprometido y ejemplar proceso, donde se hará una abierta apología a la educación personalizada, a la manera como se accede al conocimiento cuando éste es elegido por voluntad, elección y compromiso personal, y al empeño que, a su vez, puede alcanzar un profesor cuando siente que conecta con su(s) alumno(s).

Lewis Gilbert, dirige esta adaptación cinematográfica de una obra que obtuvo mucho éxito en las tablas y en la que la actriz, Julie Walters, ya se había ganado el premio Tony por su actuación. Esto llevó a que fuese la elegida para la versión fílmica y, <<EDUCANDO A RITA>>, representó su debut cinematográfico, aunque ya había sembrado algunos pinitos en series de televisión. Para secundarla, en el papel del profesor en crisis, se consiguió nada menos que al peso pesado, Michael Caine... y al final, ambos se llevarían el Globo de oro y una nominación a los premios Oscar.

Es evidente que, <<EDUCANDO A RITA>>, bebe de dos fuentes memorables realizadas ambas en los años 50': “The Browning Version" (Anthony Asquith, 1951) de la cual extrae al profesor maduro, en crisis consigo mismo y con sus alumnos; y también a la esposa cuyo amante es otro profesor; y “Born Yesterday” (George Cukor, 1950), con el cuento de “la rubia tonta” cuya educación personalizada la transforma profundamente, al tiempo que se produce un estrecho lazo con su carismático instructor.

El mayor mérito en el filme de Gilbert, está en las actuaciones, pues, Walters y Caine, logran una deliciosa compenetración y sus personajes resultan refulgentes y profundamente cálidos. Willy Russell, el autor y guionista, aporta unos diálogos frescos y agradables, y la historia, en general, resulta bastante entretenida, a la vez que refuerza el cambio en la educación que tantos venimos anhelando.

El universo es justo y, un día, con el hombre y contra el hombre, pero siempre en bien del hombre, las bellas utopías se harán realidad. Tú no desistas y ¡sigue empujando!
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 9 10 11 20 667 >>
Más sobre Luis Guillermo Cardona
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow