En los 50 se rodó este remake de "Sucedió una noche" de Capra de 1934. Es tan fiel que muchas escenas son prácticamente calcadas a la original, puede incluso que algunas frases sean idénticas. La única diferencia es que transcurre en los 50, que la heredera es tejana y el viaje en autobús es de San Diego a Houston. Aunque por supuesto no está al nivel de la de Capra, esta comedia es entretenida, está bien hecha y tiene buenos actores. June Allyson cumple pero creo que Jack Lemmon supera a Clark Gable en el papel de periodista, porque tiene más vis cómica y no es tan guapo.

Otra diferencia es que también es un musical, pero lo más curioso es que incluso los dos protagonistas se ponen a cantar y, por lo mal que suenan, creo que con sus propias voces. Me gustó la canción "You Can't Run Away from It", interpretada por los Four Aces y compuesta por J. Mercer, que aparece en los créditos iniciales y suena a lo largo de casi toda la película. Es muy pegadiza.

La historia gira entorno a la utilidad histórica que han tenido las medias para seducir a los hombres. La película consta de varios episodios situados en distintas épocas, comenzando en la actualidad (años 60) con una empresa que fabrica medias sintéticas. Pero luego pasa al Madrid de 1810, con historias de amor, malvados franceses, y hasta una bruja. En fin, el guion no tiene pies ni cabeza, y solo es divertido gracias a secundarios como Félix Fernández, José Orjas, Rafaela Aparicio o Gracita Morales.

Marujita canta muchas canciones pero más bien antiguas, como "La machicha" y "Olé catapum", e interpreta a tres o cuatro mujeres de distintas épocas y edades. Algunas canciones son verdaderos números musicales en los que mucha gente acaba bailando y cantando en la calle.

Quizá lo más destacado es el vestuario, porque los intérpretes lucen todo tipo de pelucas, patillas y ropajes de época.

El planteamiento es bastante tópico: una hermosa mujer no soporta a su marido y trama prepararle alguna barrabasada con la ayuda de su amante, que además es hermano gemelo del marido. La causa de todo es que la mujer se aburre mucho porque el marido es un farmacéutico muy soso y viven en un pueblo. También aparece un tipo que quiere chantajear a la mujer por no sé qué.

Según avanza la película los giros de guion son retorcidos y absurdos, es imposible encontrarle el sentido a la historia. Las interpretaciones son flojas por lo general. Lo mejor son las dos guapas actrices, sobre todo Teresa Gimpera, y la música de estilo jazz. Los exteriores se rodaron en Durango, Bilbao y otras zonas de Vizcaya, siempre con cielos nublados y tiempo desapacible.

Coproducción franco-hispana, sobre todo francesa, de suspense y agentes secretos en la estela de James Bond. Una maleta llena de explosivos acaba en poder de los malos y la misión del Servicio Secreto francés es obtener una especie de llave para desactivarla. La llave se encuentra en Barcelona donde, por casualidad, un agente estaba de vacaciones, así que le toca ponerse a la tarea. Sin ser gran cosa, esta película es correcta, hecha con profesionalidad y lo bastante entretenida como para verla hasta el final.

Casi toda la acción transcurre en Barcelona de forma que abundan los planos en technicolor de varios lugares: la playa, el puerto, el aeropuerto, las ramblas o el parque Güell. Es todo tan barcelonés que, durante una cena, varios intérpretes se ponen a bailar una sardana, como si fueran unos guiris de veraneo.

La música es llamativa por su variedad: típicas sintonías estilo Bond, melodías medio flamencas, jazz y música de sardana.

Las escenas de acción son más que aceptables, al menos para la época. Ya en la parte barcelonesa hay explosiones y alguna una persecución de coches, pero la persecución final camino del aeropuerto de Orly, y en la que hasta aparece una excavadora, es de diez.

En el reparto femenino destacan la rubia Sophie Agacinski y Teresa Gimpera con pelo castaño claro. Las dos están muy guapas, con peinado bob y unos vestiditos cortos adorables. En las escenas de playa salen varias chicas en bikini pero sin acreditar.

Se trata de otra parodia de las pelis de espías, en este caso el agente se llama Jaime Bonet, es de Barcelona, y va detrás de un balón de fútbol que contiene el microfilm. Me llamó la atención que el guionista fuera Armando Matías Guiu, padre de los célebres diálogos para besugos, y es cierto que el guion tiene unos toques disparatados y absurdos muy de los cómics de Bruguera.

Pero el resultado final es desastroso, es todo muy atropellado, se hace difícil seguir la trama. El montaje es desquiciante, es como si hubieran cortado metraje.

Cassen está muy gracioso y muy entregado, no para en toda la película. Encarnita Polo es la agente 02, está muy guapa y tiene varios números musicales. Además sale un actor que se parece mucho al Goldfinger de la peli Bond original. También hay una escena de una familia gitana cantando flamenco.