Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Macarrones:
8
Animación. Fantástico. Aventuras. Infantil La historia se centra en Sosuke, un chico de 5 años, y su relación con una princesa pez que ansía convertirse en un ser humano. Libre adaptación de "La sirenita" que obtuvo muy buena acogida de la crítica en el Festival de Venecia 2008.
25 de abril de 2009
49 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como de costumbre, esta película de Hayao Miyazaki ilustra las relaciones conflictivas entre un mundo fantástico y el mundo real... Bueno, no, no, empiezo mal: seguramente esta distinción no le gustaría nada a Miyazaki. ¿Un mundo fantástico y un mundo real? En absoluto: Miyazaki se dirige sin complejos a un público politeísta que comparte su cosmovisión mítica del universo y por ello no hace ninguna concesión a la racionalidad. Volvamos a empezar: los hombres a veces olvidamos que el mundo no sólo es sagrado, sino que está lleno de dioses, semidioses y seres dotados de poderes extraordinarios. El gran pecado de la humanidad, ya se sabe, es la soberbia y el considerarse dueña del planeta. El agua es el símbolo máximo de la vida: en muchas culturas los ríos, las fuentes o los mares han sido venerados como dioses y la ciencia ficción moderna entronizó en «Solaris» de Lem a un mar como una inteligencia superior. En esta película de Miyazaki el mar también es protagonista: un mar divinizado y animado, donde conviven dioses y hombres resentidos transformados en demiurgos (al estilo del capitán Nemo de Julio Verne, que también se refugia en el fondo submarino y desde allí conspira contra la humanidad). Un mar que los hombres ensucian y desprecian, donde se está preparando una gran venganza que nadie sospecha.

No voy a narrar el argumento porque, como sucede siempre en las películas de Miyazaki, es quizá lo menos importante (con todo, en «Ponyo» narra una historia de corte más sencilla y realista de lo que nos tiene acostumbrados, también más verosímil desde el punto de vista de la psicología de los personajes). Lo que importa es su suntuosa y muy imaginativa iconografía (marca de la casa) con la que ilustra su idea panteísta de la existencia. La concordia y el entendimiento entre los seres fabulosos y los hombres es mayor que en otras obras suyas y la bondad, la amabilidad y la simpatía son los valores que imperan a lo largo de toda la historia.

«Ponyo» es un poderoso acicate para la imaginación y una película entretenidísima. A ningún niño se le debería privar del placer de verla y ningún adulto se arrepentirá de entrar en el cine.
Macarrones
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow