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Voto de Chagolate con churros:
3
Drama Galicia, años 40. Al mismo tiempo que sortea los rigores de la posguerra, Elena (Verdú) y su hijo Lorenzo (Roger Princep) mantienen las apariencias para ocultar los secretos de la familia: Elenita (Irene Escolar), la hija adolescente, se ha fugado embarazada con su novio Lalo (Martín Rivas), un joven fichado por la policía; y su marido (Javier Cámara) vive oculto en un hueco practicado en el dormitorio matrimonial. Por si fuera poco, la ... [+]
29 de agosto de 2008
64 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay cosas que uno no llega a entenderlas del todo. Eso de cola Cao bajo en calorías, helados sin azúcares o pipas sin sal. ¡Vamos, que no lo entiendo! Ya que te pones, al menos ponte de verdad. Eso de las pipas sin sal me parece una de las cosas más tontas que puedo encontrar en un supermercado. ¡Pues no mola ni nada notar como los labios se van hinchando por la sal hasta que parezcan los morritos del Ronaldo!

Esta película es como las pipas sin sal. Absurda, postiza y muy sosa. Pero muy sosa. E igual que con las pipas sin sal, me pregunto el porqué de su existencia. No fallan estos girasoles tuertos en sus actuaciones. Tampoco es que sean de libro (excepto Maribel, que no sé cuando encontró una estrella y aliada con ella consigue deslumbrarme incluso en peliculillas de tres al cuarto como ésta). Además, tanto pedir a Raúl Arévalo que cambiara de registro para de una vez por todas demostrar lo que se podía vislumbrar, no vamos ahora a tirarle piedras. El problema de Raúl, no se su trabajo, que es correcto, sino el personaje irrisorio, sin pies ni cabeza, con el que tuvo que lidiar.

Que un director como Cuerda, realizador de algunas de las mejores películas españolas de los 80 y 90, haya cometido errores tan gruesos con las pipas estas, me da que pensar que necesita unas urgentes vacaciones. Para él, y para los espectadores que fieles siguen su cine. Seguir una escena en la que dos personas se pasan dialogando ¡cinco minutos! casi con cámara fija provoca que Morfeo me acorrale incluso en las butacas más incómodas.

Es una enorme pena que esto sea el último legado de Rafael Azcona. Y seguro debamos mucho a este guionista, pero hacía muchísimo tiempo que de su pluma no salía un guión aceptable. Este guión hace aguas por todos lados y junto con una mediocre realización nos da como resultado una de las peores películas que yo he visto últimamente en el cine.
Chagolate con churros
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