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España España · badajoz
Voto de deivi:
6
Drama Inglaterra, siglo XVIII. Hermosa, sofisticada y adorada por el pueblo, Georgiana (Knightley) fue la mujer más fascinante de su época. Casada muy joven con uno de los hombres más ricos de Inglaterra, el Duque de Devonshire (Fiennes), fue confidente íntima de ministros y mantuvo excelentes relaciones con la Casa Real. Llegó a ser también un icono de la moda, y su influencia en el Partido Liberal fue notable. Sin embargo, fracasó ... [+]
13 de febrero de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de época suele ser un género al que le cuesta con frecuencia desligarse en parte de su necesaria factura artística, de su rigurosa y detallista reconstrucción histórica y de su documentada representación de personajes y decorados, son pocas, y La duquesa no es ninguna excepción, que consiguen emancipar el drama de sus majestuosos diseños, de su exquisito e imponente acabado técnico, The duchess es por lo tanto una interesante aunque incompleta escenificación de la vida y amoríos de una de las antepasadas más ilustres de la mismísima Diana de Gales, una mujer que casada muy joven con uno de los hombres más ricos e influyentes de la Inglaterra dieciochesca, el Duque de Devonshire, se convirtió en una de las mujeres más destacadas y carismáticas de su entorno, la cándida y por qué no cada vez mejor actriz, Keira Knightley, retrata con perfección y carácter a esa Georgiana erigida en verdadero icono de la sociedad, siendo incluso un bastión importante en las filas políticas del partido liberal, y que deslumbró gracias a su gusto por la moda, de ahí el intachable y solemne diseño de vestuario, y su carismática presencia. Una madre sufridora a la que su ansiada búsqueda del amor le hicieron padecer situaciones nada dichosas en su desgraciada vida marital, un Fiennes comedido pero eficiente, que solo ansia un legitimo heredero, un duque que no tendrá miramientos a la hora de tratar a esta pobre infeliz a la que la actriz de Orgullo y prejuicio otorga un plus de credibilidad, forjándose en la película todo un recital a su lucimiento.

Lo peor de este lujoso cuadro palaciego es su tímido guión, sus relamidos cortes estéticos que no van más allá de la habilidad decorativa, un fresco histórico demasiado controlado por su semidesconocido director, Saul Dibb, que parece temer perder el control de su maniatado álbum inmaculado, una dirección apropiada y distinguida pero que no arriesga nada en su calculado plan simétrico, quedando un film entretenido, vistoso y con buenas intenciones, un avasallador monumento de la belleza, un espectáculo para la vista.

LO MEJOR: Los actores, con el liderazgo indiscutible de Keira Knightley, posando con clase y deshojando sus expertas dotes dramáticas con frescura e intelecto, una presencia cada vez más glamurosa. La banda sonora de Rachel Portman, que sin ser un alarde de originalidad y no alejándose demasiado de las notas habituales de la compositora refuerza muy bien el romanticismo de la película, una música sofisticada y agradable. La obviedad de su maravilloso diseño artístico y de vestuario, justamente nominado a los Oscar, y su magnificencia en la puesta en escena.

LO PEOR: Su guión, sus poquitas ganas de desviarse de lo correcto, el romance de Georgiana con Earl Grey (Dominic Cooper), un metrosexual en pleno siglo XVIII y su poca personalidad.
deivi
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