Notable ficción sobre cómo hilvanar la, en algunos casos, supuestamente idílica vida familiar con la turbulenta, oscura y peligrosa vida mafiosa.

Estos Soprano consiguen colarse de rondón en el salón de tu casa para quedarse una buena temporada (lo que tardes en disfrutar de sus 86 capítulos). Es de estas familias, como los Gallagher en Shameless, que haces tan tuyas que, cuando terminas el último capítulo, te dejan un vacío difícil de rellenar.

Y el éxito reside en construir un guion que combina a la perfección dos estilos de vida tan radicalmente opuestos como el de una familia en lo alto de la pirámide del éxito económico y los turbios asuntos que les han llevado a alcanzar esa posición. Además, las actuaciones son más que notables, empezando por James Galdonfini y siguiendo por todo el elenco que le acompaña

Pero Los Soprano no destaca por nada más (cierto, guion e interpretaciones son los dos pilares de una buena película o serie): no tiene una gran fotografía, no brilla por su diseño de producción, la banda sonora no es destacable, ni siquiera su dirección. No son malas, en absoluto, pero tampoco ejemplares.

Incluso en la forma de retratar a la mafia, la serie italiana (nadie como ellos para reflejar ese mundo) GOMORRA le da más de una vuelta.

En cualquier caso, Los Soprano es una serie que todo gran seriéfilo debe ver porque no deja de ser uno de los grandes referentes de la historia de la televisión. Pero no es en absoluto una serie 10. Los que la votan así ¿qué nota le ponen a The Wire? ¿Y a Band of Brothers? (bajo mi punto de vista la única serie de toda la historia que se merece un 10) ¿O a Breaking Bad?

Insisto, de imprescindible visionado. Al fin y al cabo cada vez es más complicado encontrar en los diferentes catálogos series que merezcan la pena. Pero, si te pones con ella, que sea con menos expectativas de las que genera su nota media (sobre todo en IMDb: 9,2 a día de hoy).