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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
9
Drama. Comedia Adam es un joven de 27 años al que se le diagnostica un cáncer. Con la ayuda de su mejor amigo, su madre y una joven terapeuta de un centro de rehabilitación, Adam descubre cuáles son las cosas más importantes de la vida. (FILMAFFINITY)
18 de abril de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un momento dado de 50/50, el personaje de Joseph Gordon-Levitt cita a La fuerza del Cariño, aquella fantástica película (sobre todo por sus actores y las construcciones de personajes que hicieron), ganadora de 5 Oscars principales en 1983. Sin embargo, poco, prácticamente nada, tiene que ver 50/50 con La fuerza del Cariño, aunque si nos guiásemos sólo por sus sinopsis, ambas tratan sobre como un protagonista lidia con el cáncer a la par que con las personas-satélite de sus vidas.

Pero tener sólo en cuenta la sinopsis dejaría fuera de juego al sello diferencial de 50/50, que hace que esta historia, nada novedosa u original en cierto sentido, sea una estampida de buen cine independiente, de riesgo, de enfoque novedoso: y eso es su sentido del humor.

Sinceramente, no sé como Will Reiser (guionista y escritor del libro en el que se basa, parcialmente inspirado en su vida) y Jonathan Levine (director), han conseguido construir una historia con tanto equilibrio emocional, con tanto buen gusto, con una capacidad total para hacer reír en los momentos más duros, sin olvidar el hacernos llorar sin el menor rastro de apuntes melodramáticos.

El guión, y la elegante y sencilla puesta en escena, son pues las dos primeras bazas de una historia que funciona en cada paso que da, en la que, repito, un texto extraordinariamente natural, es a la vez profundo y sincero, y habla de la enfermedad, los enfermos, y todos los que la sufren colateralmente, con cariño, originalidad y verdadero sentido del humor. Es, y si se piensa en la importancia de la frase, un auténtico pedacito de vida.

La otra baza, la que falta, son sus actores, que aportan todo el humor, la profundidad, la emoción, la honestidad, la originalidad, que requiere el guión. Anna Kendrick, Seth Rogen, Bryce Dallas Howard, Anjelica Huston, y Philip Baker Hall, están, cada uno en su registro y función, extraordinarios. Sus personajes son reales hasta la médula, a pesar de los rasgos distintivos de cada uno de ellos. Hacen un trabajo maravilloso, es difícil describir hasta que punto.

Y por supuesto, el personaje que Joseph Gordon-Levitt crea, es un trabajo ímprobo, de investigación, de sensibilidad, inspirador como pocos. Es un actor fantástico, que en cada trabajo crece hasta unas cotas altísimas. Aquí, en momentos, me recordaba a un joven Robert DeNiro. Pero no sirve de nada compararlo. Él es un ACTOR con todas sus letras, y en 50/50, además de ser el canal por el que se transmite un mensaje necesario y modélico, hace una labor actoral profundamente emocionante, desde la más clara sencillez. Como es, en definitiva, la propia película.
jaly
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