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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
6
Musical. Comedia. Drama Adaptación cinematográfica del musical homónimo de Broadway. Los Ángeles, 1987. Un aspirante a roquero y una chica que trabajan en el mismo club se enamoran y tratan de impedir que el local caiga en manos de unos empresarios que quieren demolerlo. (FILMAFFINITY)
10 de octubre de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está claro que algo ha pasado con Rock of Ages. Con un presupuesto de 75 millones de dólares (que es alto pero no estratosférico) ha recaudado mundialmente poco más de 50. Hay pérdidas, desde luego, pero además es una cifra muy baja. Tampoco ha sido un éxito crítico, y aunque no la han destrozado en ese nivel, su repercusión se acerca más bien a la indiferencia. La pregunta es: ¿Rock of Ages se merecía realmente esta recepción? Allá vamos.

Hay varios problemas que hubieran sido fácilmente solucionables en esta producción. Para empezar, y principalmente, su falta de definición. Rock of Ages nunca se toma tan en serio a si misma, ni a su historia, ni al estilo musical que presenta, como para ser un verdadero homenaje y revival al rock, como estilo, época, forma de vida... De acuerdo, Mamma Mia!, por ejemplo, tampoco lo hacía, pero como musical era tan honesta para con su sonido, que la propuesta funcionaba. Eso aquí no ocurre.

Otro error es el enfoque de su historia. Hay momentos que deliberadamente parecen escritos, dirigidos e interpretados para parecer naif (incluso en sus decorados se nota); intercalados con otras secuencias en las que parece que estamos ante una parodia sobre el musical como género en general y sobre el rock en particular. Rock of Ages nunca se decanta por ninguna de esas vertientes, ni sabe llevarlas en conjunto. Aquello que tan bien hace la serie Glee (ser a la vez una parodia y una inocente y naif carta al género), aquí no se consigue: Rock the Ages no es lo suficientemente sardónica como para ser una parodia, ni lo bastante inocente como para ser un ejercicio de nostalgia.

Todo esto se ve en muchas cosas, entre otras en sus dos personajes protagonistas, interpretados con energía por Julianne Hough y Diego Boneta. Son más estereotipos que personajes, tan simples y aburridos que nunca llegan a emocionar. Parece sin dudas algo decidido, no dado por falta de talento de sus intérpretes, pero daña sin solución a la película.

De acuerdo, todos los demás personajes también están construidos en torno a un estereotipo, pero tal vez por la exhuberancia de las caracterizaciones, todos los secundarios aportan verdadera vida a la película. Incluso los más esquemáticos funcionan (Russell Brand, Paul Giamatti, Malin Akerman, Mary J. Blige, Bryan Cranston); y también lo hacen, claro, el carisma de Alec Baldwin como melómano enamorado de la vida y la música; el arribismo caricaturesco de Paul Giamatti; la completa locura de una desatada y deliciosa Catherine Zeta-Jones; y por supuesto, la arrolladora composición de Tom Cruise, lo mejor de la función, con su sibilino y alcoholizado rock star, de una presencia, energía, y verdad envidiables.

No sería justo ningunear a Rock of Ages. Está claro que es una película fallida, pero, con la misma historia que nos presentaron hace un par de años con la inefable Burlesque, Rock of Ages consigue tener una gran banda sonora, un diseño de producción, estilismos y un montaje estupendos, y sobre todo, divertir y entretener sin muchas pretensiones, lo que de vez en cuando es de agradecer.
jaly
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