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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
8
Drama Libre remake de “La piscina” (Jacques Deray, 1969), centrado en el complejo y progresivamente siniestro juego de relaciones que se forma entre un grupo de cuatro personas: una estrella de rock que se está recuperando de una operación a orillas del Mediterráneo, su pareja, su antiguo representante y amante, un hombre tan excéntrico como peculiar, y la joven y sexy hija de este último. (FILMAFFINITY)
20 de diciembre de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada parece presagiar el estilo o la conexión artística entre las obras de la filmografía de Luca Guadagnino. No he visto su primera película, Melissa P., pero Io sono l'amore y A bigger splash son dos películas no sólo diferentes entre sí, sino ajenas cualquier moda o género actual.

Io sono l'amare podía interpretarse como un homenaje al cine de Visconti, pero también retrataba una muy actual vieja burguesía, un viaje iniciático de su protagonista (la musa, Tilda Swinton), y una revulsiva y sensorial obra filosófica. A bigger splash es un remake muy libre de La piscina (Jacques Deray, 1969), y donde la original era una historia de misterio, con ecos de Hitchcock, ésta es más bien como un estudio de cámara sobre la incomunicación a muchos niveles, y la comunicación que hay en otros. O una reflexión sobre el tiempo perdido. O un irónico retrato de los privilegiados, perdiendo el tiempo, mientras otros se ahogan de verdad.

Pienso que Guadagnino es conscientemente esquivo a la hora de dar explicaciones: su cine, sin ser de misterio, contiene misterio, y se presta siempre a libres interpretaciones. Sus personajes y las relaciones que establecen entre ellos nunca son obvias ni previsibles, y nunca explican realmente lo que les ocurre o lo que sienten. Y la cámara de Guadagnino, aunque enamorada de recursos como la luz, nunca excede en preciosismo a la historia.

Es más, en A bigger splash nos encontramos ante una superlativa creación de atmósfera (por momentos la película parece borracha, drogada, o arrastrando una resaca terrible), aunque nunca haga explícito lo que eso significa. Como no lo es el encuentro de cuatro personajes destinados a no entenderse, o a hacerlo sólo por breves destellos de tiempo. En ese sentido es fascinante la creación de personajes de sus cuatro excelentes actores principales, por un lado Matthias Schoenaerts y Dakota Johnson, que parecen introspectivas víctimas de la explosión de los otros, pero manejan en realidad deseos y acciones mucho más definitivas; y los de Ralph Fiennes y Tilda Swinton, desatados en su verborrea y en su silencio respectivamente, en su desbordada energía (externa o interna) y en la explosiva y difícil relación con el tiempo y el momento.
jaly
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