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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
9
Drama Tras su ruptura con Emmanuel, Omar le pide que abandone su apartamento antes de que regrese de Nueva York, a donde va a promocionar una película. Omar viaja con la actriz principal (Chiara Mastroianni). Emmanuel, que lleva una vida muy promiscua, reflexiona sobre su relación con Omar y vuelve a sentirse atraído por él. Mientras, Omar conoce a un guapo canadiense que le ofrece alternativas distintas a la de Emmanuel. (FILMAFFINITY)
12 de diciembre de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hombre en el baño es simplemente la crónica de un desamor contada a través y con el foco puesto en los cuerpos. El director tan odiado como admirado Christophe Honoré se explaya en la piel de sus protagonistas y deja que esos cuerpos cuenten su historia, sin apenas guión y con cámara al hombro, lo más cercano al cine experimental puro y duro que ha hecho el realizador francés (sus más famosas obras son Ma Mére, Dans Paris o Las canciones de amor).

Habrá quien no soporte el supuesto exibicionismo de Hombre en el baño, y vea esta película como un simple ejercicio de onanismo hacia su estrella principal, el actor de cine porno François Sagat, vacío de contenido y de plúmbeo desarrollo, como si en realidad no hubiera una historia detrás de la estética de los cuerpos desnudos que puebla todo su -corto- metraje. Pero sí hay una historia, y bajo mi punto de vista, no sólo es un acierto metacinematográfico contratar a esta
estrella del porno de cuerpo hercúleo, si no que la tesis que expone Hombre en el baño no se podía contar de otra manera.

Emmanuel y Omar sufren una crisis de pareja. El segundo, actor, viaja a Nueva York y el primero se queda en el periférico barrio residencial francés en el que viven. Y de forma paralela y fragmentada, vemos las dos formas de estos hombres de lidiar con el desamor: Emmanuel (François Sagat) se entrega a rutinarias sesiones de sexo con distintas personas, momentos que nunca llegan a una verdadera intimidad, que se quedan en la superficie de sus trabajados músculos. Por su parte, Omar, en Nueva York, se construye un grupo de amigos y un amante, en cuya desnudez sí se ve todo, lo más profundo y lo menos.

Sin autodestrucción ni juicios morales, Honoré muestra los cuerpos y la forma de lidiar con ellos sin tapujos, enseñando el sexo y el desnudo tal cual es, y dejando que, sobre todo su estrella principal, se entregue a un trabajo intimista y contemplativo, basado en el interior de los cuerpos expuestos. Hay cantidad de imágenes poderosas, de imaginativas secuencias cercanas a lo performático que cuentan más que muchas páginas de guión.

Es esta una película sencilla y sensible, que capta bien lo efímero y superficial de la belleza, el artificio del sexo cuando se está roto, las capas emocionales tras las que se esconden sus protagonistas. Una película insólita, provocadora pero sincera, que en sus silencios y en sus decisiones estéticas encuentra verdades no comprensibles para todos.
jaly
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