Me gustan todas las películas de la factoría Apatow (menos Bridesmaids, la única que no pude acabar por tostón), y sobre todo las que dirige y escribe el propio Judd. Aquí vuelve a la carga con una cinta repleta de humor del malsano, el que a mí me gusta, ése que suena mal y que hace que los sosos se escandalicen. No es que esté a la altura de Virgen a los cuarenta o Lío embarazoso (esta última tiene los mejores diálogos de todas las de la factoría), pero se les acerca mucho. Me encanta ese humor políticamente incorrecto, donde más que el gag visual predomina el gag verbal, con muchos "dick", "ass", "vagina", "fuck", etc, y sin cortarse un pelo. Lo único que me molesta es que otra vez vuelve a evitar a toda costa nombrar la palabra "aborto", pero estas son cosas de la doble moral americana, tan puritana para unas cosas y tan libertina para otras. Megan Fox está como florero bonito, pero alegra la vista, y eso es bueno. Paul Rudd y Jason Segel son los actores comodín de Judd Apatow, no hay película suya en la que no salgan. Y Leslie Mann está increíble, mucho más simpática que en Lío embarazoso (mejor en versión original, con esa vocecilla tan chillona). Y no me queda mucho más por decir, sólo que es muy fresca y recomendable para pasar un buen rato, riéndose con una comedia no apta para mojigatos. Eso sí, menos quejarse los protagonistas de su vida, que tienen un pastón y una casa que es casi una mansión, mientras que yo a los cuarenta estaré recogiendo cartones.