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España España · Málaga
Voto de Isildur:
8
Terror. Intriga. Thriller Rachel Keller (Naomi Watts) es una periodista de investigación que no da mucho crédito a lo que considera una especie de leyenda urbana: al parecer, circula por ahí una cinta de vídeo con imágenes aterradoras, que va acompañada de una llamada telefónica en la que se predice, con una semana de antelación, la muerte de quien las ha visto. Sin embargo, cuando cuatro adolescentes encuentran la muerte exactamente una semana después de ver el ... [+]
8 de junio de 2011
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un amigo y yo decidimos hace unos 8 veranos (cuando era un mocoso de 10 añitos) ver cada semana durante las vacaciones una película de miedo entre las que teníamos en nuestras videotecas, tales como Jurassic Park o los Gremlins (vamos, un terror acojonante). Pero con esa cosa moderna de los DVDs, llegó a nuestras inocentes manitas uno sobre el que caía una maldición, y fue la que elegimos para abrir el festival del horror: The ring. Recuerdo que se estrenaría hacía no mucho y que todo el mundo hablaba de ella como la película más terrorífica de la historia. Y yo nunca había visto una película de miedo, ¡buena escogimos entonces!
Pues bien, teníamos los huevos en la garganta, pero nosotros, tan valientes, estábamos dispuestos a verla, aunque estábamos convencidos de que no saldríamos vivos de la experiencia. Empezamos a verla (por la tarde con un sol radiando, pronto íbamos a poner eso de noche), y... "¡aaargh! Jejeje, no ha dado miedo"... "¡AAAAARGH! jeje, no, no me he asustado", y así seguimos con nuestros testiculines oprimiéndonos la tráquea hasta que llega el momento en el que la Watts ve el vídeo maldito íntegro por primera vez, y el Verbinski no se corta ni un pelo y te lo pone para que te lo tragues enterito. Y si echáis memoria, una vez que alguien ve el vídeo, recibe una llamada en la que amablemente te informan cual operador de Telefónica que vas a tener una muerte espantosa dentro de 7 días, ¡yuhu! Pues bien, termina la escena de la Watts viendo el vídeo, y, lógico, porque seas la protagonista no te vas a librar, alelá: un teléfono suena... un teléfono... suena... "para la película, tío". Mi amigo la para y... ¡¡el teléfono suena!! "¡AAAAAAAAAAAAAAARGH!", "¡NO LO COJAS, DESCEREBRAO!". Os podéis imaginar, nos cagamos la patilla abajo. Pero mi amigo, asumiendo su destino (¡qué gallardo!), descolgó entre tembleques el teléfono y...
...Bah, era su abuela llamando en el momento más oportuno, la jodía. Recuperados del susto, seguimos viendo la película ya tan tranquilos y ni nos dio tanto miedo, hasta nos gustó. Pero, por supuesto, el ciclo de cine de terror se acabó con los títulos de crédito de la película y seguimos nuestras jóvenes vidas con nuestros Digimons y Doraemons. Rápido y corriendo nos íbamos a arriesgar a que nos zampara un tiranosaurio rex.

Unos añitos ya después de eso la volví a ver y me di cuenta de que era un peliculón de intriga sobrenatural con puntazos de terror buenísimo, con un interpretación acojonante de la Watts y una de las villanas más joputas de la historia del cine. Eso sí, la vi con el teléfono desconectado y el móvil apagado, por si las moscas (literalmente).
Isildur
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