Antes de nada quiero hacer una advertencia a las personas que estén leyendo esto sin haber visto "La habitación". Tranquilos, podéis seguir con esta crítica sin miedo a posibles spoilers, no van por ahí los tiros. Lo que sí que no deberíais hacer bajo ningún concepto es leer la sinopsis. En serio, no lo hagáis. Hay sinopsis que deberían estar penadas por ley y ésta es una de ellas; un despropósito que destripa sin ningún tipo de piedad uno de los puntos más clave de la trama y que la propia película no nos muestra hasta bien avanzado el metraje. Por algo será. Así que haceos un favor y no leáis nada con antelación sobre "La habitación", simplemente vedla y disfrutad. Y, por último, al papanatas que ha perpetrado semejante crimen cinéfilo (y a otros muchos que lo hacen de forma similar): por favor, deja de escribir sinopsis, avances o descripciones sobre películas, no es lo tuyo.

"La habitación" es una película puramente emocional. Tiene mucho, muchísimo de psicología, especialmente infantil, abordada de forma exquisita en la trama. Tiene mucho de cómo la mente es capaz de moldearse y adaptarse a diferentes situaciones y entornos, de cómo para el ser humano la realidad es más bien lo que percibimos y vemos, en lugar de lo que verdaderamente es (¿aunque quién dice qué es real y qué no?). Y también tiene mucho de sentimientos: buenos, malos, alegres, tristes... sentimientos, al fin y al cabo.

Cierto es que podemos considerar que en la cinta de Abrahamson se distinguen fácilmente dos partes con características diferenciadas entre sí. Quizá una mejor que otra. Todo empieza con un aura muy perturbadora, una atmósfera opresora y casi asfixiante. Pero a la vez con toques de magia (no literal) por momentos, viendo como Jack vive su particular mito de la caverna de Platón. Después la trama evoluciona y da paso a otro tipo de estilo, más común y menos impactante. No por ello malo, pero sí con menos capacidad de sorprender al espectador. Es más, yo incluso diferenciaría una "tercera parte". Me refiero al tramo que divide las dos partes principales: unos 15 minutos espectaculares en los que la angustia y la tensión te inundan por completo sin un respiro.

Uno de los puntos más fuertes de "La habitación" son los actores. Concretamente los personajes de Joy y Jack, sobre los que gira la película, encarnados por una desgarradora Brie Larson y un maravilloso Jacob Tremblay, al que le auguro un futuro tremendo en esto de la actuación. No hay que olvidar tampoco la gran labor de montaje y una banda sonora genialmente elegida en general, elementos que influyen muchísimo en el conjunto general (para bien en este caso) y son la guinda perfecta a esta excelente película.