Viendo "Inside job" se puede tocar el fondo de la impotencia al conocer con pelos y señales: los criminales movimientos especulativos de capital, a los ladrones de guantes blancos y ensangrentados, a los gobiernos que colaboran para que la crisis sea posible, la impudicia de las multinacionales y bancos.... y a la vez la impunidad con la que todos los responsables escapan a la más mínima justicia social.

La impotencia también deben sentirla los realizadores de este tipo de documentales que, aportando innumerables pruebas, no consiguen que alguien les tome en serio. Esto sería tanto como si existiendo la grabación de una violación y crimen repugnantes nadie tomara cartas en el asunto, y el asesino consiguiera crédito para renovar su arsenal de navajas o pistolas.

¿Qué más se puede decir, qué más se debe mostrar, para que intervenga la justicia y sentencie a los culpables?. ¿O es que acaso son ellos, estos impresentables e insolidarios chorizos quienes marcan los patrones de conducta y comportamiento ético?
La solución está en manos de la mayoría de los dolientes de este sistema de voraz consumo, o reaccionamos o algún día, cuando se hayan acabado los peces pequeños, seremos las siguientes presas del tiburón.