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España España · madrid
Voto de pela:
3
Thriller Un respetado abogado americano (Fassbender) decide participar por primera vez en una operación de tráfico de drogas en la frontera mexicana con el fin de conseguir dinero para casarse con su novia (Penélope Cruz). Sus contactos con los cárteles son Reiner (Javier Bardem), un capo de la droga muy enamorado de su chica, la sexy y ambiciosa Malkina (Cameron Diaz), y Westray (Brad Pitt), un intermediario amigo suyo. Primer guión ... [+]
26 de diciembre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La relación entre los grandes escritores y el cine no es una relación ni fructífera ni deseada. La historia del cine está llena de grandes escritores que no lograron cristalizar su talento bien por que no dominaban el lenguaje cinematográfico o bien porque su acercamiento al séptimo arte fue meramente crematístico. La anécdota que contaba Howard Hawks sobre su primer encuentro con su admirado William Faulkner puede servir de ejemplo a lo que me estoy refiriendo. Cuando Howard Hawks fue emocionado a presentarse a Faulkner este le espetó: “ sé perfectamente quién es usted, he visto su nombre escrito en un cheque”. Ignoro si Cormac Mccarthy ha decidido incorporarse a la larga lista de escritores que deciden escribir guiones por un asunto meramente económico o detrás de su decisión hay ambiciones artísticas. Viendo las ínfulas que se dan determinados diálogos me inclino más por la segunda opción aunque por mucho empeño que pone en la tarea el resultado es decepcionante. Una película no es una sucesión de escenas y diálogos brillantes, requiere una cohesión, un entendimiento de los tempos y ritmos cinematográficos de la cual la película carece absolutamente. No se puede esperar que no provoque sonrojo un narcotraficante filosofando sobre la vida de Machado o que el ingenio más afinado brille en cada sucesión de diálogos protagonizados por individuos que se intuye no han estado muy preocupados de cultivarse. Además el estilo grandilocuente, casi operístico, de Ridley Scott acrecienta aún más la sensación de incoherencia y afectación. Esta apuesta podía haber funcionado en la literatura, seguro que el gran escritor que es Cormac Mccarthy había hecho de estos diálogos y personajes una obra literaria con sentido y cohesión, uno de esos libros suyos que hace que te plantees la misma naturaleza civilizada que se le supone al ser humano. Pero el cine no es su arte y el resultado es mediocre. Lo que podía ser profundo se queda en ingenioso, lo que pretende ser ingenioso es meramente confuso, y así trascurre la trama, mal contada y en algunas ocasiones hasta arbitraria. No es una película que te aburre, pero si te chirría y por supuesto nunca te perturba. Solo la actuación de Cameron Díaz se salva en este desconcierto y logra perfilar un personaje tan atractivo como temible. Una comparación de este personaje con el juez Holden de meridiano de sangre nos da como resultado dos personajes que comparten la misma genética, la misma sensación de invencibilidad del mal, un mal sin remordimientos ni barreras, un mal que nos está acechando como a pequeñas liebres perseguidas por elegantes y sanguinarios leopardos.
pela
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