Tres años después del fiasco de Alien 3, su director acomete uno de los mejores thrillers policíacos de los noventa. No sé qué les parecerá a ustedes pero a mí esto me parece mucha casualidad. David Fincher ha declarado en varias ocasiones que , durante la secuela de la famosa saga, estuvo sometido a muchas presiones y que nunca acabó contento con el resultado. Tal vez Seven fuera su modo de vengarse por lo que no se quiso o no se pudo hacer.

Lo cierto es que este thriller tan atmosférico como contenido bebe directamente de la pelicula de Ridley Scott, 16 años después. Su originalidad estriba en llevar los elementos que hicieron grande a Alien al campo de cine negro. Pero, uno por uno, pueden rastrearse en Seven todos los ingredientes
que hicieron que aquel experimento espacial funcionara. Mutatis mutandis, claro.

-Donde está la nave espacial Nostromo metemos una ciudad lluviosa y anónima que parece también vagar por el tiempo y el espacio. Mantenemos, eso sí ,un diseño de producción abrumador y la costumbre de demorar la cámara en los espacios para que acompañe al espectador en su descubrimiento.

-Donde está la tripulación de la Nostromo y la compañía minera metemos a la pareja de polis y al departamento de policía y donde está el gatito metemos a Gwyneth Paltrow.

-Donde está el alien metemos a Spacey. Esta vez el ácido está en su mirada y en su discurso. No lo mostramos tampoco( lo guardamos para cuando la trama alcance su centro de gravedad) pues el auténtico mal se revela sólo en el rastro de horror que va dejando atrás .

A esto habría que añadir además cuatro elementos que también se encuentran ya en Alien; una fotografía prístina y cautivadora, un guión milimétrico,un juego de luces y sombras que hace que la película cobre vida propia y un uso de la banda sonora tan sofisticado como incidental.

Esto es Alien con una despareja de detectives, contexto urbano y un hálito de nihilismo. Y no es que no tenga mérito la adaptación porque los personajes de Freeman y Spacey son ciertamente memorables ( no tanto por su peso textual como por la calidad de sus intérpretes)pero, teniendo en cuenta que el director viene rebotado de la saga espacial, no deja de ser curioso. Lo bueno es que ambas películas son tan hipnóticas que puedes disfrutarlas como si no tuvieran nada que ver. Luego , cuando ya se te pasa la borrachera, es cuando empiezas a oler a xenomorfo. Y sí, Seven es muy buena y por eso le pongo un 8, pero es que Alien es anterior. Por eso , al César lo que es del César y a Fincher lo que es de Fincher.