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España España · Salamanca
Voto de La Maga:
10
Romance. Drama. Ciencia ficción Un escritor que creía escribir sobre el futuro, en realidad estaba escribiendo sobre el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de cuando en cuando con dirección al año 2046. Todos los que subían a él lo hacían con el mismo propósito: recobrar los recuerdos perdidos. Se decía que en 2046 nada cambiaba. Nadie sabía a ciencia cierta si eso era verdad, porque ninguno de los que viajaron regresó jamás. Con una excepción. Él estuvo ... [+]
19 de junio de 2007
104 de 124 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wong Kar Wai lleva a cabo un experimento: diseccionar la naturaleza romántica.
Las imágenes creadas por Wong Kar Wai experimentan sigilo desde su composición a su degustación. De los pocos autores imprescindibles del momento, sus películas no se parecen en nada a las demás. Historias de amor, redención y perdición aderezadas por una puesta en escena repleta de inteligencia, buen gusto y sensibilidad. Su fantasía visual rescata la exquisitez del encuadre y el fuera de campo, la secuencia dentro del plano, la desnuda elocuencia de los relatos cruzados, y los fogonazos nostálgicos de color, música, silencio y claroscuro inmersos en tiempos imposibles y espacios intangibles.
2046 puede ser entendida como una continuación de su anterior film, la excepcional In the mood for love, ya que ambas fueron rodadas en paralelo. En esta ocasión, el Sr. Chow abandona la timidez y el recato en pos de un cinismo que esconde las terribles heridas emocionales de su pasado. Jugador y bebedor, renuncia al compromiso, pues ha decidido no volver a sufrir, y sustituye los relatos de artes marciales por los de sexo. A través de la búsqueda infructuosa de una mujer que reemplace los recuerdos del amor de su vida, Chow hallará a Su Li en el cuerpo de Bai Ling, una joven impulsiva que se enamora irremediablemente de él; en la mente de Wang Ping Wen, la sensible hija del dueño del hotel, y escritora aficionada, a la que Chow ayuda en su relación con un novio japonés que cuenta con la oposición del padre; y en el nombre de otra Su Li Zhen, tahúr profesional apodada la araña negra.
A pesar de su aparente complejidad conceptual y el sucedáneo de relato de ciencia-ficción que lo envuelve, Kar Wai muestra un absoluto dominio del lenguaje cinematográfico y realiza un monumental experimento al retratar el desamor y la imposibilidad de escapar al destino o la fatalidad. Fotografía, actores, vestuario y música (Umebayashi, Preisner, Delerue, Raben, Nat King Cole, Xavier Cugat, Dean Martin, Bellini...) apuntalan un universo magnético de promesas incumplidas, vidas destrozadas, y amores idealizados e imposibles.
El único tiempo que merece la pena vivir es el presente, los recuerdos de amores no correspondidos u oportunidades perdidas son una eterna frustración del deseo, y la memoria es la única depositaria del sentimiento irrepetible (el secreto se susurra en el agujero de un árbol para ser enterrado bajo el barro). La androide más humana vista en una pantalla desde Blade Runner acompaña a los protagonistas, que viajan sin retorno, a bordo de un tren ultramoderno, hacia 2046, el número de una habitación de hotel, o un tiempo que promete haber conservado intacta la memoria. Y es que, quien llega a amar de verdad, queda marcado por esa experiencia para el resto de su vida.
La Maga
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