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España España · Ponferrada
Voto de Temudjin:
8
Acción. Drama Brasil, 1997. El capitán Nascimento (Wagner Moura) está al mando de un escuadrón del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), un cuerpo de élite de la policía de Río de Janeiro. Su misión es actuar en las favelas, en las que la policía, por miedo o por corrupción, no interviene. Nascimento quiere dejar su puesto, ya que está a punto de ser padre, pero antes necesita encontrar un sustituto adecuado. Con ese fin comienza a ... [+]
30 de enero de 2011
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mí también me tocó hacer un trabajo sobre este gabacho en Filosofía del Derecho. Curiosamente llegué a una conclusión distinta de la que en esta película se extrae, y sobre la que planea toda ella. Que el Estado vigile y castigue a través de la institucionalización de la violencia y la represión es algo que ha sucedido con numerosos gobiernos y estados a lo largo de la historia. Quizá por ello es algo reconocible y detectable, siendo cada vez un método más complicado de emplear por el "Estado".
Lo jodido es cuando es la propia sociedad quien vigila y castiga a sí misma. ¿Y cómo puede conseguir el Estado que la Sociedad se autovigile y autocastigue? Mediante la Ley; mediante la publicidad; mediante la demonización ; mediante la exposición pública (esa cárcel de Bentham). Dos ejemplos, lejos de juzgarlos, creo que sirven como muestra de algo que la propia sociedad ha aceptado y hecho suyos más por iniciativa externa que por autoconciencia: tabaco y velocidad.

¿Y que tiene que ver estas chorradas que cuento con la peli? Creo que no se hacen juicios de valor en ella, así que tampoco los haré yo.

La violencia está siendo excluida de la Sociedad. Ningún acto violento ( y menos del Estado, paradójicamente) puede ser justificado, explicado o tolerado. Quien no puede pisar el 30% de la superficie de su ciudad porque podría morir tiroteado, se queja de que la autoridad le haga un cacheo. La sociedad no acepta un control represivo del Estado por entender que coarta su libertad. Sin embargo, y en el caso concreto del que la película trata, el Estado actúa represivamente porque el control social, aquél que la propia sociedad se autoimpone, no actúa o no existe.

No existe un reproche moral social al consumo de los porros que mantienen esas favelas. Ese reproche lo encarna Matías, tanto como policía represivo como parte de la Sociedad que no manifiesta ese reproche. Neto, sin embargo, sólo encarna el elemento represivo.

Finalmente y para dejar de dar la brasa, una opinión personal. A mí me acojona el autocontrol social; la vigilancia y el castigo de la sociedad a sí misma. Pero prefiero esa "dictadura" a la dictadura de la indiferencia; a la dictadura de los ojos cerrados y las palabras abstractas.
Temudjin
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