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Voto de Saffron:
7
7,0
4.156
Comedia. Drama
Adela Castro, una madura solterona que vive en una ciudad provinciana, sabe que no es una mujer normal: se afeita todos los días y se siente atraída por su criada Isabelita. Se ha pasado la vida creyendo que se ha quedado soltera por ser poco agraciada físicamente. Ciertos trastornos psicológicos la llevan a la consulta de un médico.
10 de marzo de 2024
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película del tardo franquismo, que sorprendentemente capeó la censura, pese a enseñar carne de más y presentar conductas reprobables conforme a los estándares morales de la época.
Gran actuación de José Luis López Vázquez encarnando a la solterona Adela.
El motivo principal que me ha llevado a escribir esta crítica es el de explicar lo que le sucede a Adela, ya que, habiéndome leído el resto de las críticas, veo que hay bastante confusión. Para quien le interese, continúo en spoiler.
Gran actuación de José Luis López Vázquez encarnando a la solterona Adela.
El motivo principal que me ha llevado a escribir esta crítica es el de explicar lo que le sucede a Adela, ya que, habiéndome leído el resto de las críticas, veo que hay bastante confusión. Para quien le interese, continúo en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Qué le pasa a Adela? Se habla de transexualidad, lesbianismo, travestismo, identidad de género y hasta de lo absurdo e increíble que resulta el hecho de que consideren como niña a una persona que tiene un miembro colgando entre las piernas. Suposiciones todas ellas erróneas, especialmente esta última. Porque no le cuelga nada a Adela en la entrepierna. Adela nació con lo que se conoce como genitales ambiguos.
¿Y eso qué es? Es un trastorno del desarrollo sexual, en el que, como su nombre indica, los genitales externos de un niño no parecen ser masculinos o femeninos con claridad. En un bebé con genitales ambiguos, los genitales pueden estar desarrollados de manera incompleta o el bebé puede tener características de ambos sexos. Los órganos sexuales externos pueden no coincidir con los órganos sexuales internos o el sexo genético. Por lo general, los genitales ambiguos son notorios en el nacimiento; tras alumbrar a la criatura no se puede exclamar si es niño o niña, pues es imposible saberlo mirándole ‘ahí abajo'.
El enfoque médico que se hacía hasta hace dos días era el de asignarle al neonato un género al azar. Y podían acertar o no. En el caso de Adela, no acertaron. Decidieron que era niña, cuando era realmente un varón. Así, la pobre ‘mujer’ se veía tan diferente a las otras chicas: hombruna, con barba, sin pechos… El enigma para ella se resuelve cuando acude al especialista de Zaragoza. Éste identifica el problema y le dice que no es nada grave pero que hay que realizar una intervención, consistente en ‘sacar a la luz’ el miembro viril que ha crecido interno y escondido en Adela, para que ya pueda, desde ese momento, ser lo que se entiende por un ‘hombre completo’.
Hoy en día, para evitar estas situaciones que tanto sufrimiento conllevan, ya no se asigna el género del bebé, en los casos de genitales ambiguos, al nacer éste, sino que se espera a que se desarrolle el niño o la niña para ‘ver por dónde van los tiros’.
¿Y eso qué es? Es un trastorno del desarrollo sexual, en el que, como su nombre indica, los genitales externos de un niño no parecen ser masculinos o femeninos con claridad. En un bebé con genitales ambiguos, los genitales pueden estar desarrollados de manera incompleta o el bebé puede tener características de ambos sexos. Los órganos sexuales externos pueden no coincidir con los órganos sexuales internos o el sexo genético. Por lo general, los genitales ambiguos son notorios en el nacimiento; tras alumbrar a la criatura no se puede exclamar si es niño o niña, pues es imposible saberlo mirándole ‘ahí abajo'.
El enfoque médico que se hacía hasta hace dos días era el de asignarle al neonato un género al azar. Y podían acertar o no. En el caso de Adela, no acertaron. Decidieron que era niña, cuando era realmente un varón. Así, la pobre ‘mujer’ se veía tan diferente a las otras chicas: hombruna, con barba, sin pechos… El enigma para ella se resuelve cuando acude al especialista de Zaragoza. Éste identifica el problema y le dice que no es nada grave pero que hay que realizar una intervención, consistente en ‘sacar a la luz’ el miembro viril que ha crecido interno y escondido en Adela, para que ya pueda, desde ese momento, ser lo que se entiende por un ‘hombre completo’.
Hoy en día, para evitar estas situaciones que tanto sufrimiento conllevan, ya no se asigna el género del bebé, en los casos de genitales ambiguos, al nacer éste, sino que se espera a que se desarrolle el niño o la niña para ‘ver por dónde van los tiros’.