La adaptación de la segunda entrega de la saga escrita por J.K Rowling demuestra un tratamiento similar que la primera. Una estructura argumental que es llevada a cabo bajo el enfoque narrativo que lleva el libro. La elaboración del guión es, diciendolo de forma incorrecta, un "copia-pega" de cada capítulo del libro, con la intención de que cada escena y cada hilo narrativo sea fiel a lo que cuenta la autora. Al ser el objetivo del filme caracterizar de la mejor forma posible este capítulo de la saga, es normal este tipo de técnica narrativa. De hecho, mejora ciertos detalles que mejoran la obra original, deshaciéndose de ciertos aspectos que era innecesarios para la historia. Además, en esta entrega hay un mejor tratamiento de los efectos especiales y una mejoría en las actuaciones de los protagonistas principales. Se nota mucho la desenvoltura y la confianza que se genera en ellos de forma progresiva. Hay que anotar de forma muy gratificante el papel que hace Kenneth Branaghan, transmitiendo una buena expresión y esencia del personaje que interpreta. En cambio, lo que nunca cambia es la significación que la escritora da a ciertos aspectos. Parece que el favoritismo y la meritocracia sigue siendo algo que se expresa de forma muy natural. El sistema de las casas y el colocar a una de ellas como las "malas compañías" debido al peso que conlleva la oveja negra de la familia.También, la transparencia hacia las clases sociales y su lucha en mínimos detalles, los cuales se direccionan entre dos familias y hay un ideal claro hacia el rechazo social y el sentimiento de superioridad de clase. Sin embargo, todo el profesorado, incluído el máximo representante y ejemplo a seguir del personaje principal, perpetúan aquellos prejuicios sociales que dan una mala imagen innecesaria hacia una de las casas. Igual no es la mejor forma de educar éticamente al alumnado, y quizás no es la mejor forma de forjar la clase de futuros villanos que se producirán en las últimas películas de la saga, pero de ahí quien debe responder es exclusivamente J.K Rowling. En definitiva, una segunda parte mejorando en ciertos aspectos la primera y que sigue representando de muy buena forma el género fantástico de esta saga. Nuevos personajes y nuevos elementos que aparecen para contarnos un poco más sobre el mundo mágico y Harry Potter.