Indiana Jones y el dial del destino es dirigida por James Mangold, el cual ha dirigido films como El tren de las 3:10 (2007) o Logan (2017). Esto convierte a esta quinta parte de la saga del arqueólogo de Lucasfilm en la primera que no es dirigida por Spielberg. Así que una vez dicho todo lo anterior, ¿ha sabido Mangold capturar la esencia de la saga? La respuesta es un rotundo SÍ. A pesar de mis temores iniciales, esta quinta parte sí se siente como una aventura por la cual Harrison Ford se volvería a poner el gorro para una aventura más.

He visto a muchos usuarios de esta página bastante famosos como Javi McClane o Michael Myers argumentar que esta película no se siente como un final y que es más una película que podría haber estado en medio de otra de la saga. Puedo respetar esa opinión, ¿pero de eso a pasar a decir que el reino de la calavera de cristal era mejor? Creo que la gente la recuerda mejor de lo que era. No era una mala película, pero sí una muy perezosa y que no captaba en lo absoluto la esencia del personaje.

La historia es buena e interesante. Se nos cuenta que existe un dial legendario que puede cambiar el curso de la historia, así que Indiana Jones tendrá que emprender otra aventura contra el tiempo. Así que Jones y su ahijada se enfrentan a Jürgen Voller, un exnazi que trabaja para la NASA. Una historia con toques clásicos y modernos que dan una mezcla nostálgica a las películas antiguas. Mangold nos enseña en un prólogo muy bueno la personalidad de Indy, nos dan un par de escenas muy buenas como la del tren y nos enseña su relación con los nazis (aunque creo que es un poco largo).

Eso sí, esta peli no es perfecta, creo que las pantallas verdes son un poco notorias, y la película tiene más metraje del que debería tener. El final es un poco acelerado y creo que el concepto del dial daba para más. Con sus defectos y sus virtudes, Indiana Jones y el Dial del Destino es una entrega disfrutable, acertada y con las dosis de nostalgia necesarias para hacer disfrutar a los veteranos de la saga sin caer en dejavús y deus ex machinas constantes. Y, como no, la siempre acertada música de John Williams y el magnífico estado de forma de un octogenario como Harrison Ford acompañan a esta desigual pero satisfactoria última aventura de Indy.

Gracias Mangold por devolver a la gloria a este personaje tan mítico que nos ha acompañado por más de 40 años. Hasta siempre Indy :).