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España España · Madrid
Voto de loganxxx:
10
Drama. Romance En una plataforma petrolífera, aislada en medio del mar, donde sólo trabajan hombres, ha ocurrido un accidente. Una mujer solitaria y enigmática que intenta huir de su pasado (Sarah Polley) va hasta allí para cuidar de un hombre (Tim Robbins) que se ha quedado temporalmente ciego. Entre ambos nace una extraña intimidad, llena de secretos, verdades, mentiras, humor y dolor. Ninguno saldrá indemne de esta relación que marcará sus vidas ... [+]
30 de noviembre de 2006
55 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es arriesgado, muy arriesgado, contar historias como ésta; pero también es necesario. Hay que pensar que quizás hablar del lado triste de la vida, de su parte oscura, puede enseñarnos a valorar lo que tenemos y a reforzar nuestra capacidad para salir de la densa oscuridad que a veces nos envuelve.

La primera vez que vi la película la única sensación que tuve fue la de haber presenciado una especie de catársis. El ritmo lento y pausado de Coixet, tan criticado por los detractores de la cinta, fue para mí casi un proceso iniciático, una experiencia casi mística que se va adentrando en el alma hasta aferrarse a ella con fuerza. Los posteriores visionados de la película no hicieron sino reforzar esa sensación y confirmar la grandísima obra maestra que es.

El descubrimiento de la tragedia real de la protagonista aterra y conmociona, es cierto, pero lo más impresionante es el viaje final de Robbins, ese viaje que deslumbra porque supone la esperanza del renacimiento, la superación, aunque sea lenta y paulatina, del horror de lo vivido.

“La vida secreta de las palabras” es cine con mayúsculas; pero es cine para espectadores reflexivos, capaces de escuchar en el silencio, de ver en los gestos y de leer las miradas. El atroz descenso al infierno por el que nos conduce la historia se dibuja entre las olas del mar y se abre paso entre la soledad de unos seres humanos entregados a la rutina de la existencia como único premio a su anhelo por vivir. La tragedia de esa soledad esconde sus vivencias, las pesadillas y el dolor; porque a veces la soledad no es una consecuencia, sino una elección, un refugio, una defensa para sobrevivir, no para vivir.

Coixet construye una historia impecable y de momentos mágicos. Reflexiva, contenida y a la vez desgarradora por su profundidad y su capacidad de emocionar.

La vida es una línea que siempre avanza, que evoluciona sin tregua hacia ese final al que todo ser humano de este planeta se enfrentará algún día: la muerte. Y Coixet habla de la complejidad del viaje de la vida, de cómo escapar de las oscuras simas del pasado y de cómo hacer frente al dolor. De cómo abrazar la esperanza y renacer, y de cómo recuperar la capacidad de amar, aunque ello suponga surgir de los escombros y aprender a nadar…
loganxxx
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