Una joya del cine de pequeñas pretensiones, que me hizo sacar las más puras de las sonrisas desde hace tiempo (que no carcajadas, aiii pobre Bill Muraay) y que me hizo sentirme como un intrépido reportero en busca de aventuras. No es una película al uso, no tiene nada de normal pero sin embargo se me hace extrañamente familiar. Bill Murray tremendo actorazo que sin grandes aspavientos, se convierte en un increíble intérprete de comedia y del minimalismo (no sé qué le está pasando a este hombre en esta centuria). Por otra parte el ambiente retro de la película y esos animalejos creados al estilo La ciencia de los sueños, no hacen más que meterme como en un cuento del que es muy divertido participar. Y por último y para terminar que grande Seu Jorge versionando a Bowie, que gran descubrimiento.
Gran Wes Anderson.