Las comedias de Nancy Meyers son muy agradables de ver, pero creo que los extraordinarios puntos de partida no terminan de desarrollarse al mismo nivel de su prometedor inicio.

Esto no las hace malas ni mucho menos, "Lo que piensan las mujeres", "Cuando menos te lo esperas" o "No es tan fácil", son pelis muy simpáticas, con personajes jugosos en los que los actores se lucen, con variados personaje secundarios que enriquecen la trama, y sus buenos golpes de efecto, pero les falta ese pelín de calidad tipo Lubitsch o Wilder (buf, yo es que también pongo el listón muy alto) para convertirse en comedias inolvidables.
Son comedias de una sonrisa continua pero no excesivas carcajadas. No se me entienda pedante, esto no es malo, es lo que las hace comedias agradables. De hecho a mí siempre me han dejado un buen sabor, y creo que están por encima de la media con la cantidad de chorradas insustanciales que se hacen en este género.

Además, les agradezco que se desmarquen de las habituales comedias de adolescentes para tratar casi siempre problemas de personas adultas, que uno ya no tiene edad para estar sufriendo por el chico que no sabe con quién ir al baile de fin de curso en el instituto.
A Nicholson le van estos papeles como anillo al dedo, tiene cierto aire al astronauta juerguista de "La fuerza del cariño", y a Diane Keaton la nominaron al Oscar por este papel en el que bordea peligrosamente la histeria. Lo que duele a la vista es la inexpresividad de Keanu Reeves mientras la pareja protagonista llena la pantalla con un simple gesto cómplice.