Poco se puede decir de esta serie que no sea lo que define una única palabra: Ridícula.
Lo que empezó con una temporada cotidiana en un contexto de alguna forma realista y feminista (y olé por ello) enseñando cómo las mujeres en los años 20 se hacían un hueco en la sociedad, se torna en algo completamente inverosímil en la que a uno a veces le da la sensación de estar viendo "Las Vengadoras". Y lo peor de todo es que se agarran desesperada e insatisfactoriamente al contexto feminista para ganar enteros, cosa que casi me da mas rabia.

Auténtico cansancio y terror me ha provocado el hecho de terminar la serie, por pura testarudez personal, de acabar lo que uno empieza.