James Gray sorprendió al mundo con 'Z, la ciudad perdida' y con 'Ad Astra' se quería asentar como uno de los grandes directores de nuestro tiempo, un proyecto muy ambicioso para algo tan trivial como la perdida o soledad del hombre. James vuelve a apostar por la voz en off y por esa narrada poesía tan suya que conforme avanza la película se vuelve sobreexplicativa y redundante.

'Ad Astra' es una película a la que se le escapa todo lo que intenta abarcar y teorizar, los personajes carecen en multitud de ocasiones de personalidad, todos engrandecen la figura de ''Roy McBride'' (protagonizado por un buen Brad Pitt) quien nos cuenta constantemente su estado mental y como la perdida de su padre le ha llevado a atravesar el sistema solar, un padre que ha ensombrecido su figura.

El viaje se vuelve cada vez más y más extraño, no algo necesariamente malo teniendo en cuenta que en el espacio todo vale, pero quedan sin explicar muchos sucesos que te están picando durante toda la película.

Hay que destacar la fotografía, la bso y los efectos especiales que de seguro traerán alguna que otra nominación al nuevo proyecto de Gray.

'Ad Astra' en definitiva es una película muy ambiciosa a la que se le escapan los elementos que forman una gran película de viajes espaciales para quedarse en una simple buena e interesante película con final 'perdices felices' que se desenlaza rápidamente y sin ninguna creatividad, para darnos cuenta de que acabamos de ver un drama paternofilial.