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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
6
Western. Drama William Bonney era conocido por todos como "Billy el Niño". Estando encarcelado en Lincoln, después de ser condenado a morir en la horca, llega a sus manos un colt 44, con el que intimida a los guardianes y consigue huir a México. El sheriff Pat Garrett, que en otros tiempos cabalgó junto a él, será el encargado de darle caza. (FILMAFFINITY)
14 de junio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aproximación un tanto fallida del gran Peckinpah al mítico foragido. Si bien es cierto que el calificativo "fallida" resulta por demás matizable, pues "Pat Garrett y Billy The Kid" presenta elementos de mucho mérito. Se trata, además, de una obra superior a otras versiones de la famosa historia, como por ejemplo la pretenciosa "El zurdo" con que debutara tras las cámaras el después reconocido Arthur Penn.
En el debe de la cinta no queda sino anotar un montaje un tanto audaz en exceso. Ello provoca que ciertas secuencias pequen de una incómoda inconexión, sobretodo las que conforman el planteamiento de la película, en el que se superponen acontecimientos sucedidos en 1909, en 1881, y los títulos de crédito.
Por otra parte, Sam Peckinpah envuelve la filmación de sus dos protagonistas con un amor que evidencia su identificación con unos personajes que, como él, se yerguen rebeldes frente a un mundo que camina, galopa hacia su fin. "Este país envejece y yo voy a envejecer con él", afirma sin ocultar su amargura el maravilloso "sheriff" Garrett compuesto por un gigantesco James Coburn. Tanto en él, como en el aquí diestro Billy, como en toda esa fea galería de secundarios, integrada por pícaros mugrientos y derrotadas putas mexicanas, alienta melancólico el inconfundible "pathos" del desencanto heroico que hace de las películas de Peckinpah una experiencia a la vez lacerante y dichosa.
Junto al mencionado sentimiento, "Pat Garrett y Billy The Kid" nos ofrece las acostumbradas explosiones de violencia embellecida con esa cámara súper lenta que tantos han tratado de imitar en vano; cuerpos acribillados- muchos por la espalda- empapados de grumoso tomate frito; una hermosa fotografía, polvorienta y sudorosa, plagada de zooms imposibles también marca de la casa; y la inolvidable banda sonora a cargo de un Bob Dylan que, por si fuera poco, no desmerece con su interpretación del joven "Alias".
En cuanto al Billy el Niño construido por el también músico Kris Kristofferson, pese a cierto amaneramiento, éste desarrolla su personaje con desenvoltura. Sin duda logra transmitir mayor verismo que el insoportable Billy creado por Paul Newman para "El zurdo". Y su semejanza física con el cuatrero real resulta inquietantemente grata.
Carorpar
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