Película que merece la pena ver, muy desconocida y olvidada, de la época crepuscular del mejor actor de aventuras junto con Douglas Fairbanks Sr., a pleno color, en Cinemascope, siempre es un placer poder encontrar pequeñas joyas del cine de aventuras como ésta, la única película que conozco que trate este tema específicamente, luego tenemos todas las versiones de Juana de Arco o Enrique V pero, casi nada sobre el príncipe negro. Es de esos temas que prácticamente no han sido llevados al cine, inexplicablemente, dado que el asunto daba (y sigue dando) para muchísimo más. Errol Flynn está correcto, ya sin el brío de sus primeras películas pero siempre fiel a su espíritu, no hay nadie que haya encarnado mejor que él este tipo de personajes (ni ya lo habrá jamás), debido a lo fugaz de su carrera, cada una de estas películas menores que rodó durante sus últimos años se convierten en cintas de culto para sus admiradores (entre los cuales me incluyo) y permite hacernos una idea de lo que podría haber sido su carrera especialmente durante los años 50 (la época más prolífica en lo que a cine de aventuras respecta) si hubiera cuidado bastante más tanto su salud, como su imagen pública, totalmente devaluada desde el final de la IIª Guerra Mundial. A pesar de ello todavía tuvo la oportunidad de dejar para el recuerdo pequeños clásicos como este o "Against All Flags" (1952) y, sobre todo, "The Master of Ballantrae" (1953), que son sus películas mejores y más puramente de aventuras de este período. Si queremos hacer una comparación con la época actual podríamos hacer un paralelismo con Russell Crowe cuyo momento de máximo apogeo en este tipo de cintas fue en 2000 con "Gladiator", pues ya para la última, en el que ha interpretado el papel de Robin Hood, a mí parecer se le empiezan a anotar ya demasiado los años (esas canas y esa barriguita...). Errol se cuidaba mucho menos todavía que Crowe; más bien, se descuidaba bastante y, de hecho, falleció tan solo cuatro años después de protagonizar esta película.

En definitiva y, en mi opinión, se trata de una película de culto o de coleccionista, especialmente para los amantes de este tipo de filmes y sobre todo protagonizadas por el "demonio de Tasmania", así como por el potencial de su argumento añadido a la singularidad de no haber sido llevado casi nunca a la gran pantalla en toda la historia del cine, en este sentido, nos encontramos ante una rareza.