Farhadi se ha asegurado de que su película no falle contratando al que probablemente sea el 80% del mejor reparto español posible. Penélople Cruz que por cuadragésima vez repite su papel de mujer rural con sus matices que hacen que se le perdone que se esté encasillando un pelín. Y es que esta actriz se ha ganado a pulso el prestigio de ser la actriz española más internacional, por algo será. Javier Bardem juega con ventaja y se le nota el pedigrí, cada vez le asoman más los ademanes heredados de su madre que hacen del actor un auténtico camaleón, No hay papel que no borde . Bardem es de los que da un discurso sin que se le note que está leyendo, sabe aportar naturalidad haga el papel que haga. Y aquí, no estamos ante la excepción que confirma la regla. De calle, se come la película. Cosa nada fácil con este reparto. Eduard Fernandez es otro que tal baila, parece hasta injusto no mencionar a todos y cada uno del plantel elegido para la obra. El único que me ha fallado es Darín. Estoy acostumbrado a que el se coma la pantalla y lo considero un actor que cuando lo hace mal lo hace mejor que cualquiera. Y aquí está algo soso, quizás culpa de un personaje poco construido en el guion y del que tampoco hay mucho más que sacar. Pero es que si se le puede sacar y no le han dado para más.

La película transcurre correctamente tirando a notablemente haciendo muy bien su trabajo a la hora de montar un crescendo que va tensando poco a poco y sin agobiar o sacar de quicio Y tanto los diálgos como la narrativa visual enganchan sin esfuerzo alguno. Quizàs se le puede achacar a su fotografía de pretenciosa en determinados momentos donde ciertos ángulos y composiciones te sacan de la historia, aunque no demasiado. Es en su último cuarto donde patina, su final no es nada consistente. Dejando más o menos claro o en el camino de la claridad casi toda la historia pero... ¿A qué viene acabar tan aparatosamente una historia que estaba funcionando genial? Y ya no es porque se puedan suscitar preguntas, hay muchísimos filmes que acaban creando más intriga que solventándola y no por ello dejan de ser buenas y en algunos casos obras de arte. Pero en esta no hay motivo para no cerrar bien el círculo y dejar que el espectador se vaya satisfecho.