Esta película, adelantada a su tiempo, nos muestra con mucha sutileza el camino de Marie (Pauline Acquart) hacia el descubrimiento. En la superficie es un romance adolescente, pero en el fondo es un llamado a la deconstrucción, al feminismo, al crecimiento, y a esas historias que no se cuentan pero que son superiores a las de costumbre.

La directora Céline Sciamma con su opera prima demuestra todo su potencial, y sin ser su mejor película, nos cuenta una historia difícil de olvidar. Con un ritmo pausado, un estilo minimalista y un cameo de por medio no debería dejar indiferente a nadie.

Historias como esta existen por doquier, pero por su naturaleza prohibida casi nunca son contadas. Podría catalogarse como una película sobre la adolescencia, sobre la sexualidad, sobre el romance, sobre la homosexualidad, sobre las inseguridades o sobre la cultura machista; sin embargo, el resultado es una película "sutil" que es capaz de generar mucho con tan poco.