Deslumbrante y a la vez caótico. "Nine" de Rob Marshall, es un musical en el que podemos degustar la exquisitez fotográfica e interpretativa a la par que contagiarnos de su alocado guión.

El gran error de los guionistas (Michael Tolkin y Anthony Minghella) es dejar que el protagonista Guido Contini (Daniel Day-Lewis) contagie el ritmo y la adaptación de su locura, algo con lo que el film gana poco y pierde bastante.

Esta enfermedad le supone al personaje divagar entre dos mundos que se entremezclan poniendo rumbo hacia la auto-destrucción, mientras que el espectador se siente sustraído de la trama y lo desubica en algunos momentos.

Cierto es, que esta problemática provocada por el guión es importante. Pero las grandes virtudes de "Nine", elevan a esta a un aprobado alto, con el que creo que la mayoría de gente estará de acuerdo.

La belleza de la fotografía es de una magnitud que en pocas obras he podido disfrutar. Me quito el sombrero ante Dion Beebe (director fotográfico) y Rob Marshall por haber logrado escenas y planos tan sumamente mimados al detalle, en dónde se intercala la elegancia del blanco y negro con el inmenso contraste del color producido por un vestuario excepcional. Cada plano tiene vida propia y expresan tanto y de una manera tan sencilla que ocasionan una sensación muy placentera al verlo.

Habiendo alabado la dirección, ahora toca hablar de las interpretaciones que no se quedan atrás. Todas están maravillosas y Daniel Day-Lewis está muy ... italiano. ¡ES CIERTO! Si no supiese que era un actor inglés, me hubiese dado la impresión de que era un "provenzano" más. Se nota que ha trabajado mucho su personaje y no sólo en la faceta emocional que es a lo que se suele ceñir un actor.

Volviendo a ellas, destaco sobresalientemente a Marion Cotillard. Pasa de un primer número sentimental en el que añora a Guido, a un número desgarrador, sexy y picante que quita el hipo. ¡Que sensualidad!

Penélope Cruz está muy graciosa pero sobre todo provocativa, muy provocativa. La gran sorpresa es "Fergie" que no sólo nos vuelve a deslumbrar con su majestuosa voz sino que su coreografía es ilustrativa al igual que la canción, para mi el mejor número de toda la película y con una de las mejores escenas de la película. Fijaros en la dimensión y en la coordinación.

La que está fugaz y floja es Nicole Kidman, aunque el papel tampoco es que le diese para mucho más. Viendo el protagonismo que tiene en la cartelería, esperas que esté mas presente. Mientras que Kate Hudson está fugaz pero sorprendente, con un número ágil y fresco dónde se desenvuelve con desparpajo.

Para terminar me gustaría hacer referencia a la música que está dirigida por Maury Yeston. Corriente, pero no vulgar. Me esperaba algo más. Son el reparto los que hacen de ella algo realmente bueno.

Mi valoración es de siete sobre diez.

CARLOS MANZANO (www.ButacaySofa.com)