¿Y si esta peli, que parte de una premisa bastante decente (si bien nada original, esto lo ha hecho ya hasta el tato. Incluso hay un súper más viejo que el mear que tiene exactamente este «origen», por llamarlo de alguna manera), hubiera contado con un presupuesto algo superior a la paga semanal de mi hija?

¿Y si esta peli, en consonancia con lo antedicho, hubiera contado con actores de verdad y no con unos que parecen sacados del club de amigos del teatro de mi barrio?

¿Y si le hubieran puesto una banda sonora que no recordara por momentos a la de «The Room» de lo cutre, pero cutre, cutre que es?

¿Y si en vez de una hora y media de bustos parlantes hubieran metido algún flashbackillo, aunque fuera cortico, ambientado en alguna de las épocas que ha vivido nuestro buen cavernícola para poder diferenciar este filme en algo de un estreno TV de Antena 3?

¿Y si no hubieran puesto, como colofón, un final involuntariamente hilarante interpretado por el que, de toda esta banda de comicastros, es sin duda el peor?

Y, por último... ¿y si un nutrido grupo de indudablemente bienintencionados usuarios de esta bendita página no le hubieran dado unas notazas tan infladas como inexplicables a este telefilm de saldo?

Señores, yo no soy como el pleistocénico sabio que protagoniza esta cinta, así que no tengo las respuestas a todas estas preguntas. Solo a la última:

¡Joder, pues que no hubiera desperdiciado hora y media de mi vida viendo esto! Espero que ahora os sintáis todos muy, muy, pero que muy culpables...