Haz click aquí para copiar la URL
España España · http://www.koult.es/ Castellón
Voto de Migue Muñoz:
8
Comedia. Drama. Thriller En 1937, en plena guerra civil, tropas republicanas irrumpen en un circo, durante el espectáculo, con el objetivo de reclutar a sus empleados para luchar contra las tropas nacionales. Mucho tiempo después, en los últimos años del franquismo, dos payasos (Carlos Areces y Antonio de la Torre) luchan por el amor de una atractiva trapecista (Carolina Bang). (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2010
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cabe destacar de antemano que la nueva película de Álex de la Iglesia, a pesar de los más numerosos elogios que desprecios que ha despertado, es una de esos filmes que hacen de su rotunda imperfección un punto a su favor. De la Iglesia sólo ante la página en blanco de un guión que parece estar elaborado desde las entrañas y las emociones latentes que reflejan un prisma sobre la vida tan salvaje como humano. Más que una concienzuda mirada retro a una España tardofranquista, 'Balada triste de trompeta' es, al igual que el bestial ritmo de los títulos de crédito de su inicio, una película hecha desde las tripas por un autor que más que limar sus trastornos recurrentes prefiere no andarse con lindezas e ir de frente para mostrarlos.

La historia de dos payasos enclaustrados en una rutina circense que parece estar amenazada por los rutilantes cambios sociales que se avecinan en la España de los setenta, funciona como imagen que alude a un difícil proceso histórico español dónde el pueblo estuvo obligado a enfrentarse en una guerra fratricida, tuvo que acostumbrarse posteriormente a convivir con sus rencillas preinventadas y décadas después aprender a conjugar la violencia todavía preexistente con la apertura de libertades.

'Balada triste de trompeta' enclava su centro neurálgico en la idea de ruptura entre el viejo orden y el nuevo, entre el deseo libre y la venganza a flor de piel. El personaje femenino central (interpretado por la explosiva Carolina Bang) se enrola entre tales emociones y hace fácil una lectura alegórica del contexto. Sin embargo, sería nocivo y torpe encasillar una lectura crítica de la película tan solo por esa, en momentos demasiado fácil, visión metafórica de lo que se narra, ya que lo que se impone por encima de todo ello es la capacidad formal de De la Iglesia para acatar con arrojo y contundencia una visión renovada de todo ese género cinematográfico español que tiene a la Guerra Civil y el incesante latir de un periodo de Transición como elementos diegéticos de una tradición cinematográfica demasiado trillada.

Si Tarantino sueña en 'Malditos Bastardos' el imposible asesinato de Hitler; De la Iglesia provoca su vena más bulliciosa al filmar el mordisco de rabia literal que el personaje interpretado por Carlos Areces (fascinante recreación actoral de inquietante bondad bañada de ínfulas de venganza) le propina al Generalísimo en plena cacería chichinabesca y buñueliana al mismo tiempo.

Mientras en 'El día de la bestia', el interior de un escenario tan preciso como el de una iglesia marcaba la temática del resto de la historia y sus personajes, en su nueva película el tratamiento de la luz y la oscuridad del operador Kiko de la Rica hace comenzar la historia como si de un sueño de sombras y nieblas se tratara. Estamos ante la película más conceptual del director bilbaíno, al mismo tiempo que resulta ser la más personal, intransferible, arriesgada y con ritmo más seductor.
Migue Muñoz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow