Me encontré a mi padre empezando a ver esta serie. Serie o película nueva que ve, si oye hablar un poco bien de ella la ve. Al principio pensé que era una chorrada como muchas otras cualquiera. Pero no pasaron ni dos minutos hasta que entro en juego el humor psicopático de Alex Lawther, con el cual me he divertido mucho.

No solo se trata de Alex Lawther, también Jessica Barden. Cuyo papel de chica antisocial e incomprendida interpreta a la perfección olvidándote de que esa no es su auténtica vida. Ambos actores están perfectamente sincronizados y forman una pareja de lo mas peculiar y divertida. Cada uno aporta su toque y se complementan. Además, al igual que la serie, su relación va evolucionando y se ve como cambian los pequeños detalles. La manera de hablar, de dirigirse hacia él otro, de ir abriéndose hacia una persona en la que consigues confiar. Y de esta forma conseguir ambos superar todos los problemas que se encuentren y superar los traumas guardados.
A pesar de ser una serie tan corta y tal vez no estar pensada para ser muy compleja. Tiene pequeños brillos y escenas de reflexión que la dotan de una magia especial.

Está perfectamente rodada y no para de sorprenderte de principio a fin. Es imposible de predecir. Incluido su final, no sabes como vas a llegar a él. Todo esto, sumado a sus diálogos hilarantes y situaciones absurdas y trágicas hacen de ella una serie muy especial. Creo que se deberían ver del tirón los 8 capítulos de los que consta para disfrutarse mejor.