El cine tailandés de terror no está ni de lejos a la vanguardia del movimiento del horror oriental, pero de cuando en cuando nos sorprende con películas más que espeluznantes y éste es el caso sin duda de Ghost House, cinta que sin innovar demasiado nos sumerge en otra de esas rarezas locales fantásticas como las casas que fabrican en el país para sus fantasmas, de lo que el director se vale para darnos un buen par de sustos y ponernos los pelillos de la nuca de punta.
Una pareja de Los Ángeles viaja a Bangkok en plan romanticón y ella, aficionada a la fotografía se empeña en retratar cuantas más casas de esas espeluznantes que retienen a los watabe, fantasmas enojados, mejor. Conocen a una pareja de guiris sospechosos que tras una noche de fiesta les llevan a un cementerio plagado de casas de fantasmas y ahí arranca el terror.
Sustos decentes, delicias visuales bastante satisfactorias y una historia entretenida hacen de la cinta una correctisima muestra de nuevo terror tai.
Me encanta cómo hacen que se muevan los fantasmas estos tailandeses, tengo que reconocerlo...
Ahora bien, si no son ustedes muy fans del cine del país y prefieren el terror mascado a lo Annabelle, ni lo intenten.
La banda sonora, de escándalo.