‘Misery’ debe de estar en el grupo de los grandes films basados en obras de Stephen King junto a ‘El resplandor‘ de Kubrick (que por cierto nunca agradó a King), ‘Cadena perpetua’, ‘La milla verde’ y ‘La niebla’ todas de Frank Darabont. Y ‘Misery’ debe estar en ese grupo por muchas razones y porque como película cumple sobradamente con su cometido: hacer pasar al espectador ciento veinte minutos de angustia e incertidumbre.

‘Misery’ destaca por muchas cosas: Una dirección soberbia de Rob Reiner. Un libreto por parte de William Godlman que mantiene hábilmente la tensión y el suspense, además de regalar escenas y diálogos memorables al espectador. Sumado a un notable trabajo de fotografía del luego director Barry Sonnenfeld. Y ¡cómo no! por el apoteósico duelo de actores/personalidades entre James Caan (John Shelton) y Kathy Bates (Annie Wilkes). Ambos actores dan lo mejor de si mismos y aunque sólo uno de los dos se llevó al señor Oscar a casa (Kathy Bates) la verdad es que ambos rinden a muy alto nivel.

Al respecto de los actores. James Caan logra una de las mejores actuaciones de su carrera sacando adelante un personaje tremendamente complejo, que pasa el 90% del metraje postrado en una cama. Caan logra no sólo ganarse la simpatía del espectador por su precario estado de salud, sino por su contenida y soberbia interpretación. Sus muestras de dolor traspasan la pantalla y cuando éste es puesto al límite por Wilkes se lleva al espectador con él.
Kathy Bates da vida a una villana legendaria en una transformación física grandiosa (atención a su forma de vestir, andar y hablar). Su voz susurrando a un aturdido Shelton “Soy tu mayor admiradora” forma parte de la historia del cine. Su Annie Wilkes es uno de los más repugnantes y odiosos personajes femeninos de la historia del séptimo arte (junto a la enfermera que dio vida Lousie Fletcher, en ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’). Merecidamente Bathes ganó el Oscar (entre otros premios) por su actuación en esta película, y es que, la ex-enfermera Wilkes es un caramelo para toda actriz que se precie.

En definitiva: Una notable adaptación de la novela homónima de Stephen King, y una magistral cinta de tensión y suspense que retrata lo peor del fanatismo de una forma maestra. Grandísimo duelo interpretativo entre el legendario James Caan y la siempre excelente Kathy Bates.

-Lo mejor: El ritmo del film, un crescendo de tensión y suspense que culmina con un enfrentamiento final memorable. El duelo de intelectos entre la maquiavélica Annie Wilkes y el sagaz John Shelton.

-Lo peor: Nada, para el que esto escribe estamos ante un film que cumple su cometido de principio a fin.

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