Los García se encuentran en esta segunda aventura después del fallido estreno de 2021. En esta ocasión, parece que de las críticas generalizadas a García y García sacaron la conclusión de que, quizá, incluyendo niños en el guion la cosa se solucionaba. Y es cierto que la cinta se posiciona fundamentalmente como producto familiar (que no abunda tanto en la pantalla grande). Sin embargo, también es cierto que lo familiar no tiene porqué ser sinónimo de simplón.

No vale la pena regodearse en la poco trabajada narrativa, ni en los escasos esfuerzos por hacer verosímil lo inverosímil, ni en que el humor no llega al espectador en prácticamente toda la película, ni en que la inclusión del lenguaje de signos se hace como el resto de las cosas, a medias. Solo diremos, para acabar con algo positivo, que el film dura apenas unos 90 minutos y que presenta un entretenimiento inocente.

Se estrena antes de Semana Santa pensando en las vacaciones escolares pero, seguramente, El hotel de los líos convivirá con algún otro título igual de familiar y de mucha más calidad.

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