Desde el primer segundo, Black Swan es una joya. Darren Aronofsky utiliza lenguajes universales como son el del ballet, el miedo y la locura para acercarnos una historia que bebe directamente, en todos los sentidos, del Lago de los Cisnes de Ílich Chaikovski y eso, si se hace bien, es un buen ingrediente. Y Aronosfsky no se limita a hacer las cosas bien sino que aporta originalidad como nadie. De hecho, creo que el acierto del film es como se cuenta ya que la historia de la rivalidad en el ballet la hemos visto mil veces y más aquellos que nos hemos adentrado en se mundo. La historia de una joven bailarina de mucha técnica pero poca trasmisión como hay tantas. Pero con éste director todo es diferente y siempre de la mano del sonido característico de Clint Mansell.

No me desharé en elogios ante la figura de Natalie Portman, quien ya me cautivó en "V de Vendetta", que teniendo detrás a Darren Aronofsky, desde mi humilde opinión, tiene mucho hecho. Mila Kunis es un gran descubrimiento y Vincent Cassel aceptable. El director es capaz de encumbrar a sus mejores papeles a estos 3 actores aunque sus actuaciones no sean necesariamente las mejores.

Una cosa curiosa que me pasaba hace un tiempo es mi confusión entre Winona Ryder y Natalie Portman. Una tonta confunsión que parece haber tenido en cuenta Darren Aronofsky, regalándome el enfrentamiento entre ambas actrices y que enfrentamiento...

Llegué a escuchar gritos, risas, personas que tapaban sus ojos ante algunas escenas y muchas bocas abiertas ante el final, al fin y al cabo, reacciones. Considero que el año 2010 no ha sido un año estelar cinematográficamente hablando y espero que Black Swan sea el despertar de éste 2011. Mi recomendación a verla es clara y algo que agradecerás es que desde el primer segundo todo el mundo esté sentado en sus butacas y que no incordien esos que siempren llegan retrasados una vez iniciada la película, aunque no saben lo que se pierden. Por que Black Swan es atrapante desde la primera escena, inquietante desde el primer momento, es una locura.

Temo estar sobrevalorando el film, pero me fascinan cada uno de los ingredientes que la componen. Nunca la corrupción fue tan cautivadora y es un lujo apreciar como Natalie Portman viaja al lado oscuro.