Western crepuscular que se centra en la figura del famoso forajido Butch Cassidy en su retiro boliviano.

Si algo destaca en esta película es la gran interpretación de Sam Shepard, que logra transmitir la soledad y el desarraigo que alberga su personaje. Magníficamente acompañado por Stephen Rea y Eduardo Noriega.

La fotografía retrata un hermoso y desértico altiplano boliviano que sirve de escenario perfecto para retratar la soledad de los personajes.

Sin alardes en la puesta en escena Mateo Gil realiza un más que correcto trabajo en la realización. De ritmo tranquilo y pausado como requiere la historia, las explosiones de violencia, están cargadas de suspense y dinamismo.

El principal hándicap al que se enfrenta esta película es el género en el que se inscribe. El western crepuscular tiene tantas obras maestras, películas de una fuerza, violencia y lirismo tal, que una obra como Blackthorn se empequeñece en la mente del espectador mientras la ve. El guión esta plagado de referencias a estas películas. La relación entre Stephen Rea y Sam Shepard recuerda en todo momento a William Holden y Robert Ryan en Grupo Salvaje pero sin la fuerza que tenían las miradas de estos actores en la película de Peckinpah. Los personajes han abandonado su país conocedores de que su tiempo ha acabado y se refugian en Sudamérica, donde establecen lazos con los habitantes del país a donde van (Grupo Salvaje, Los profesionales,..). Blackthorn nunca legua a alcanzar la fuerza de esas historias aunque si llega a emocionar en varias ocasiones.

Por último, la narración está salpicada por varios flashback que tratan de explicar las motivaciones del personaje principal, los cuales, no aportan nada que no se pueda extraer de la interpretación de Shepard. En Sin Perdón, sólo con ver a a William Munny temblando, destrozado, cansado en el lúgubre salón, sabíamos el profundo amor que profesaba hacia su esposa y el arrepentimiento que siente por su vida pasada. Por lo que dichos flashback me parecen subrayados innecesarios que alargan la duración de la película.

Quizás estoy siendo injusto al comparar un film modesto y muy digno con películas muy superiores y míticas pero el guión bebe tanto de ellas que es inevitable caer en la tentación.

En general, un buen entretenimiento, Blackthorn es una película que cualquier aficionado al género no debería dejar pasar en estos tiempos.