De mis películas favoritas. "La jungla de asfalto" es una de esas obras que, precisamente por trascender su género (cine negro) terminan convirtiéndose en símbolos del mismo.

En principio, "La jungla de asfalto" es una película sobre la preparación y ejecución de un gran robo en una joyería. Sin embargo, ello termina siendo una excusa para relatar mucho más. La película es un retrato de un puñado de perdedores que, desde su respectiva posición, buscan un golpe de efecto que les cambie la vida. "La jungla de asfalto" es una historia de gente que sueña, y de gente que se agarra a un clavo ardiendo... Mientras eso llega, todos van tirando como pueden. Sudando, sufriendo, trabajando, trapicheando... El crimen y el delito pueden ser meras formas de ganarse la vida, tanto para el matón, como para el policía, como para el prestigioso abogado... Ésa es la idea de la novela de Burnett (muy recomendable) y Huston la plasma cinematográficamente a la perfección.

Huston apuesta por una forma de relatar la historia en clave coral, entrelazando las distintas historias y presentándonos la vida de los personajes en clave casi neorrealista. Fotografía en claroscuro. Sólo hay luz en la escena final...

El crimen se convierte en algo cotidiano. El golpe se relata con la misma frialdad documental, no se trata de relatar una aventura que cautive al espectador, los personajes están trabajando...

Esta película trata sobre la fatalidad, sobre el destino contra el que uno no puede luchar. Y, sin embargo, no dejamos de movernos. Aunque lo deseemos, todos trabajamos por un vicio, el crimen es sólo consecuencia de un concepto equivocado de la vida, y al final la policía siempre se pone del lado de la ley... Lástima que no podamos pasarnos la vida echando monedas a una máquina y viendo a la gente bailar...

Vista hoy, chirría un poco el discurso final del jefe de la policía ante los periodistas. Pero hay que entender que la peli es de 1950. Salvo ese pequeño punto, "La jungla de asfalto" ha envejecido muy bien.

Una gozada