Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de reporter:
6
Drama Harvey Milk, el primer político abiertamente homosexual elegido para ocupar un cargo público en Estados Unidos, fue asesinado un año después. A los cuarenta años, cansado de huir de sí mismo, Milk decide salir del armario e irse a vivir a California con Scott Smith. Una vez allí, abre un negocio que no tarda en convertirse en el punto de encuentro de los homosexuales del barrio. Milk se convierte en su portavoz y, para defender sus ... [+]
8 de enero de 2009
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
A estas alturas empieza lo serio. Ahora mismo ya tenemos anunciadas las nominaciones para los Globos de Oro y como bien es sabido, la carrera para conquistar los Oscar no ha hecho más que empezar. Es en estas fechas cuando vamos a vernos inundados por los presuntos pesos pesados de la temporada. Y como ya va siendo habitual en estos últimos años, en la parrilla de los aspirantes a campeón siempre se halla algún que otro biopic, un género que parece ser una garantía absoluta para conseguir por lo menos una nominación en las grandes candidaturas. El representante de este año es ‘Mi nombre es Harvey Milk’. Hasta aquí todo bien.

Lo curioso del asunto es que el encargado de llevar el proyecto a buen puerto sea Gus Van Sant, un director que últimamente nos tenía acostumbrados a películas más experimentales. Por eso sorprende que este controvertido cineasta se haya centrado en el biopic, un subgénero de lo más convencional (nota clarativa: por razones obvias ‘Last Days’ no entraría en esta categoría). En la irregular ‘Jay y Bob el silencioso contraatacan’ los protagonistas asistían al rodaje ficticio de la secuela de ‘El indomable Hill Hunting’. En él Matt Damon y Ben Affleck debatían sobre la manera en que elegían los filmes en los que participaban. Ambos llegaban a formular una serie que establecía que había que hacer una película por razones artísticas, otra por compromiso y otra por dinero. Gus Van Sant estaba en aquella escena, pero se abstenía de intervenir en el debate porque estaba ocupado precisamente… contando dinero.

Asimismo, y siguiendo las enseñanzas de Kevin Smith, ¿podría ser ‘Mi nombre es Harvey Milk’ uno de estos proyectos hechos sólo para engordar su cuenta corriente? Sí y no. A pesar de dejar muy buenos detalles (véase la escena en que los personajes de Harvey Milk y Jack Lira hacen el amor impregnados por tonos azulados), a pesar de contar con un reparto muy solvente y de tener una excelente selección musical, la película no puede evitar caer en los clichés del género. Lo que empezaba apuntando buenas maneras y mostrando personalidad propia acaba rindiéndose ante las típicas notas emotivas y las grandes palabras. Algo muy bonito sin duda y atrayente para todo aquel que esté interesado en ahondar más en la historia política de los Estados Unidos, pero a la vez un ejercicio de admiración (muy contenida, eso sí) que en su recta final ofrece demasiados pocos argumentos para creer en él.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow