El pequeño mago que vimos en la gran pantalla por primera vez en el año 2001 se está haciendo mayor. En esta cuarta entrega se confirma la evolución que se vislumbraba en 'El prisionero de Azkaban'. En efecto, las aventuras a las que se enfrenta Potter adoptan cada vez un trasfondo más serio. Por vez primera aparecen en la saga las problemáticas amorosas (deliciosamente tratadas con un acertado y sutil toque humorístico y a veces hasta dramático), baches en las eternas amistades y la mismísima presencia de la muerte... Esto es quizá lo mejor de esta saga que poco a poco va forjando su leyenda, que a parte de crear un maravilloso mundo desbordante de magia en el que cada vez nos sentimos más a gusto, es una saga en constante evolución, como la vida misma. Eso sí, el film de Mike Newell sigue cayendo en las trampas de sus predecesoras, y es que a veces a uno le queda la extraña sensación de que hay una sobreabundancia de elementos fantásticos que cargan en exceso la trama. Además, el principio sigue siendo demasiado precipitado, cosa que no ayuda a los no-lectores a introducirse mejor en la historia. Pero obviando esos dos aspectos, 'Harry Potter y el Cáliz de Fuego' es la película más completa de toda la saga: como ya se ha comentado antes, la trama gana en profundidad, al igual que sus interpretaciones (mención especial para Ralph Fiennes, su incorporación a la saga ha sido todo un acierto), y sus escenas de acción son realmente trepidantes. Servidor ya está esperando la quinta!