"Dos magos con un solo objetivo a simple vista, lograr el mejor truco para su público... pongan atención en cualquier instante la magia puede ocurrir y tada!!! Una obsesión llena de lamentables pérdidas es lo que podemos encontrar detrás de su oreja... "

Nolan permite que no nos dejemos llevar por lo que hay a simple vista en esta trama y nos deleita con un juego mental en el que los protagonistas nos involucran para seguirles el juego e identificar el verdadero truco.

Despierta en el espectador el gusto por verla de nueva cuenta, muy a pesar de la plana actuación de Christopher Bale como Alfred, que definitivamente no fue una de sus mejores interpretaciones y que quien realza la obra con una actuación más limpia y enérgica es Hugh Jackman en el papel de Robert.