Me gustan las películas complejas, donde los personajes cuenta su historia. Me agradan casi todas las películas que desentrañan la naturaleza humana.

LA NANA, LOS PUENTES DE MADISON... Dos buenos ejemplos de un cine de calidad en los que se retrata toda la intrincada maraña de emociones que nos hacen comunes y a la vez diferentes.

Lamentablemente este LOBO DETRÁS DE LA PUERTA no tiene la valentía, la fuerza ni el coraje de las ya citadas. Se maneja por un costumbrismo brasileño, con toques de melodrama insolvente, que no alcanza a mis ojos el aprobado.

Ya lo he comentado en otras ocasiones: El cine exótico que nos llega procedente de países con poca tradición cinematográfica, o a la cual no estamos acostumbrados; suele producir en el espectador, un sentimiento de empatía, elevando el producto hasta situarlo en lugares al que jamás accederían.

Analicemos la película, lo que se nos cuenta y la manera como lo hace, y entenderemos que hay poco de excelencia en ella.
Pero admito la premisa del cine que nos llega de fronteras lejanas. Si os apetece: ADELANTE.