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Voto de Cool JAM:
5
5,4
8.178
Terror
Con un enorme huracán de categoría 5 descargando sobre Florida, la joven Haley (Kaya Scodelario) desoye las órdenes de evacuación para buscar a su padre (Barry Pepper), que ha desaparecido. Tras encontrarle herido en el entresuelo de su casa, los dos quedan atrapados acechados por enormes caimanes y por una inundación que cubre rápidamente el terreno. (FILMAFFINITY)
18 de octubre de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película intenta hacerte pasar miedo y tensión. Y lo consigue. Hay efectos especiales y no están mal. La actuación de la protagonista no es épica, pero no está mal.
Y hasta aquí todo lo bueno.
Una historia en la que todos los personajes que salen en ella hacen tonterías inexplicables. De esas que estás diciendo todo el rato: "pero si yo haría todo lo contrario"... Y así no se puede disfrutar de ninguna película.
Fauna recreada con poquísimo realismo (no por los FX, sino por el guion), personajes inverosímiles con hazañas que ni el mismísimo AquaMan.... En fin, paso al spoiler.
Y hasta aquí todo lo bueno.
Una historia en la que todos los personajes que salen en ella hacen tonterías inexplicables. De esas que estás diciendo todo el rato: "pero si yo haría todo lo contrario"... Y así no se puede disfrutar de ninguna película.
Fauna recreada con poquísimo realismo (no por los FX, sino por el guion), personajes inverosímiles con hazañas que ni el mismísimo AquaMan.... En fin, paso al spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Probablemente la mayor patochada de la película, que además me supuso un punto de inflexión (hasta ese momento pensaba que estaba bien), es cuando la chica consigue recuperar su teléfono y se pone a llamar con él con el cocodrilo al lado, en lugar de refugiarse en la zona segura y llamar desde ahí.
No tiene ninguna explicación dicho comportamiento. Y rompe toda empatía con ella. De no haberlo hecho, lo más probable es que se hubieran salvado todos sin mucho problema.
Luego ya, el hecho de cuantísimas veces sobreviven padre e hija al la mordedura de un cocodrilo gigante... En fin, nada creible. Y además de sobrevivir tienen fuerzas y destrezas como para, por ejemplo, nadar más rápido que un cocodrilo (¿?).
Los cocodrilos de verdad no gruñen como lobos. Y tampoco tienen los ojos rojos. Y no se les puede matar con una pala, y mucho menos siendo un lisiado con sólo una mano libre (hace falta un arma de gran calibre para traspasar la piel superior de un cocodrilo adulto). Además,
El comportamiento de los cocodrilos tampoco es muy creíble. Lo más normal es que cuando el primero persigue a los protagonistas hasta la "zona segura" tras las tuberías, se hubiera quedado rondando y vigilando por si salían o podía entrar. Y, si acaso, de vigilarles a ellos como futuras presas, hubieran ido a cuidar los huevos mucho antes que a vigilar una escalera.
Tampoco son más estrategas que un zorro... Por ejemplo, el primero. Antes de que empiece la epopeya, cuando la chica está en el sótano buscando a su padre, nos dejan ver una cola en segundo plano borrosa que se mueve tras ciertas paredes. Si el cocodrilo tiene hambre y oye la chica, va, se la come, y punto. Nada de jueguecitos a me escondo por allí, y hago una aparición por aquí.
Además, los cocodrilos de verdad nadan mucho más rápido que una persona. Y mucho más que una persona lisiada. Su velocidad de nado alcanza los 60 km/h (más de 3 veces su velocidad en tierra de sólo 17 km/h).
Los cocodrilos de verdad sólo atacan para defenderse o si tienen hambre. Con esto, dos cosas:
- Si te ataca para defenderse, muchas veces muerde y suelta. Pero sólo se defiende si se siente atacado. No parece que sea el caso de ninguna escena...
- Si te ataca para comerte porque tiene hambre no te suelta. Y, si tanta hambre tiene, no nada entre dos personas sangrantes sin hacer nada (tienen un fantástico olfato) como ocurre al poco de salir los protagonistas de la casa a la calle, poco antes de la escena de la lancha.
Lástima que al director, que parece que se le da bien crear tensión, no se le de tan bien impregnar realismo y credibilidad para conseguir empatía.
No tiene ninguna explicación dicho comportamiento. Y rompe toda empatía con ella. De no haberlo hecho, lo más probable es que se hubieran salvado todos sin mucho problema.
Luego ya, el hecho de cuantísimas veces sobreviven padre e hija al la mordedura de un cocodrilo gigante... En fin, nada creible. Y además de sobrevivir tienen fuerzas y destrezas como para, por ejemplo, nadar más rápido que un cocodrilo (¿?).
Los cocodrilos de verdad no gruñen como lobos. Y tampoco tienen los ojos rojos. Y no se les puede matar con una pala, y mucho menos siendo un lisiado con sólo una mano libre (hace falta un arma de gran calibre para traspasar la piel superior de un cocodrilo adulto). Además,
El comportamiento de los cocodrilos tampoco es muy creíble. Lo más normal es que cuando el primero persigue a los protagonistas hasta la "zona segura" tras las tuberías, se hubiera quedado rondando y vigilando por si salían o podía entrar. Y, si acaso, de vigilarles a ellos como futuras presas, hubieran ido a cuidar los huevos mucho antes que a vigilar una escalera.
Tampoco son más estrategas que un zorro... Por ejemplo, el primero. Antes de que empiece la epopeya, cuando la chica está en el sótano buscando a su padre, nos dejan ver una cola en segundo plano borrosa que se mueve tras ciertas paredes. Si el cocodrilo tiene hambre y oye la chica, va, se la come, y punto. Nada de jueguecitos a me escondo por allí, y hago una aparición por aquí.
Además, los cocodrilos de verdad nadan mucho más rápido que una persona. Y mucho más que una persona lisiada. Su velocidad de nado alcanza los 60 km/h (más de 3 veces su velocidad en tierra de sólo 17 km/h).
Los cocodrilos de verdad sólo atacan para defenderse o si tienen hambre. Con esto, dos cosas:
- Si te ataca para defenderse, muchas veces muerde y suelta. Pero sólo se defiende si se siente atacado. No parece que sea el caso de ninguna escena...
- Si te ataca para comerte porque tiene hambre no te suelta. Y, si tanta hambre tiene, no nada entre dos personas sangrantes sin hacer nada (tienen un fantástico olfato) como ocurre al poco de salir los protagonistas de la casa a la calle, poco antes de la escena de la lancha.
Lástima que al director, que parece que se le da bien crear tensión, no se le de tan bien impregnar realismo y credibilidad para conseguir empatía.